La cuenta atrás para el Gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, comenzó ayer ante el Senado y la Cámara de los Diputados, un maratón parlamentario que decidirá si el partido gubernamental, Pueblo de la Libertad, podrá terminar la legislatura.
Hoy, el Parlamento decidirá sobre la moción de censura contra el Ejecutivo presentada por la oposición ante las Cámaras. En el Senado, Il Cavaliere presentó el programa de gobierno, que parece prácticamente aprobado por esta Cámara, ya que el Gabinete cuenta con una amplia mayoría.
Sin embargo, es en la Cámara de los Diputados donde Berlusconi lo tiene más complicado, ya que ha perdido la mayoría absoluta tras la escisión del PDL del nuevo grupo parlamentario Futuro y Libertad (FLI), liderado por el presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, antiguo aliado de Berlusconi.
Y es que los 36 diputados de este grupo han firmado un documento en el que piden al primer ministro que dimita antes de que lo echen ellos mediante su apoyo a la posterior moción de censura.
Los finianos se comprometen a abstenerse en la votación del Senado, siempre que Berlusconi les garantice que presentará después su renuncia sin esperar al voto de la Cámara Baja.
Este acuerdo contempla que si Il Cavaliere no cumple con este requisito, el FLI apoyará la moción contra el Gobierno en la Cámara de los Diputados, lo que haría caer al Ejecutivo al no tener mayoría absoluta la coalición conservadora en el poder.
El FLI propone, en cambio, apoyar a un Gobierno Berlusconi-bis garantizando que no habrá ni «emboscadas» ni «chanchullos».
La maniobra política ha sido dirigida por Fini, a quien no se le han escapado los movimientos de rebeldía registrados en los últimos días entre sus filas.
La diputada del FLI Maria Grazia Siliquini se sumó ayer al grupo de seis parlamentarios finianos que junto a otros 10 del partido gubernamental Pueblo de la Libertad (PDL) presentaron el pasado sábado un plan en el que piden a los seguidores de Fini «no participar» en las votaciones de hoy.
Berlusconi, por su parte, se apresuró a adelantar que no renunciará al poder y pidió al FLI que «reflexione» y que se una al pacto para crear un nuevo Ejecutivo de centro derecha.
En su discurso de apertura de la sesión en el Senado, el primer ministro tendió la mano a los centristas y sostuvo que cambiará el Gobierno para crear «una alianza con los moderados». Además, manifestó que «romper la unidad política actual es algo «que va en contra de la historia del país» y que no quiere «que en un futuro se encuentren con esta responsabilidad inmensa».
«Un muerto viviente».- El escritor italiano Umberto Eco está en España para presentar su último libro El cementerio de Praga, una novela precedida por la polémica por el odio a los judíos que profesa su cínico protagonista. Un personaje antipático como para Eco es Berlusconi, «un muerto viviente, un zombi muy peligroso».
Eco, narrador, ensayista y uno de los intelectuales más respetados de la escena internacional, siempre ha sido un gran crítico del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien hoy se somete a una moción de censura en el Parlamento.
Durante la presentación de la obra en Madrid, el autor no escatimó en críticas contra Il Cavaliere y la actual política de recortes de su Gobierno para el mundo de la cultura, situación que calificó de «grave».
También alertó sobre la proliferación del populismo y la pérdida de fuerza del Parlamento. «Pero en eso no miren lejos, no miren solo a Italia, miren a su país, porque esto puede suceder aquí», advirtió el ensayista.
