Era una despedida anunciada, pero no por ello dejó de ser emotiva. Raúl González Blanco, capitán ‘merengue’ y uno de los últimos símbolos del madridismo ponía punto y final a su etapa como futbolista en el club blanco, del que se va para recalar, con toda probabilidad, y a falta de confirmación, al Schalke 04 alemán. Y lo hizo considerando que ayer su adiós era «duro y difícil», pero que aún se siente jugador y quiere seguir sintiéndolo mientras su cuerpo se lo permita. Eso sí, también quiso dejar claro que este no es un adiós definitivo, ya que aseguró que la entidad de Concha Espina «siempre» le «va a tener para lo que quiera», y aseguró que espera que sea un «hasta pronto», porque tiene «en la cabeza volver».
«Hoy es un día muy duro y muy difícil para mí. Amo el fútbol por encima de casi todas las cosas y ser futbolista del Real Madrid es el mayor sueño que puedo imaginar. Me siento jugador y quiero seguir sintiéndome jugador el tiempo que pueda y que mi cuerpo me lo permita», expresó emocionado.
El adiós de Raúl, tras 18 años en la entidad, de los que 16 han sido en la primera plantilla, tuvo lugar en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu, acompañado por el presidente del club blanco, Florentino Pérez, y con cientos de aficionados en las gradas. «Durante estos años he buscado siempre para este equipo lo máximo, porque siempre he querido ser fiel a los valores que aquí aprendí desde niño», apuntó.
En el acto, Raúl estuvo rodeado por los 16 trofeos oficiales conquistados en su etapa como jugador del primer equipo del Real Madrid.
«Mi sueño se cumplió con Jorge Valdano, que tuvo la valentía de convocarme. No es fácil apostar por los jóvenes», argumentó.
Raúl evitó en todo momento dar nombres con los que ha vivido sus experiencias como madridista, porque, argumentó no podría decirlos todos y no quería olvidarse de nadie, pero sí se mojó en dos ocasiones.
A Josep Guardiola le citó como el rival del que guardaba mejor recuerdo. «También viví mucho con él en la selección. En el campo como jugador ya era entrenador. Fue el que me dio el pase de mi primer gol con la selección», precisó.
En cuanto a compañeros, dijo: «He tenido la suerte de compartir vestuario con muchos jugadores. Ahora se me viene a la cabeza Fernando Redondo, porque compartía habitación con él en las concentraciones y dormí con él casi más que con mi mujer».
El ex capitán también confesó que echaba de menos una despedida por todo lo grande. «He sentido el cariño de todo el mundo. Ya habrá tiempo de un último partido con la camiseta del Real Madrid. El cariño se siente día a día. Me siento muy querido y respetado por mucha gente. Las circunstancias han mandado. Siempre hay momentos para volver. Voy a seguir siendo madridista, y como el cariño es mutuo, la vida nos va a juntar muchas veces», indicó.
El delantero, a su vez, reconoció que «sería muy duro volver al Bernabéu con una camiseta que no sea la del real Madrid» y recordó la emotiva despedida de Guti, que se produjo el día anterior.
En cuanto a su adiós, el madrileño relató: «Pensé que lo que mejor le venía a Raúl y al Madrid era tomar este camino», dejando al entrenador José Mourinho fuera de toda implicación en esta decisión.
«Ha sido difícil y complicado, porque me consta que el entrenador contaba conmigo, pero tenía que valorarlo todo en general. Estoy convencido de que si me quedase jugaría, y creo que mucho, y de que me iban a tratar fenomenal. Siento mucho dolor y mucha pena, pero creo que la experiencia me va a llenar profesional y personalmente», concretó.
