El consejero de Educación, Juan José Mateos, aseguró ayer que Castilla y León mantendrá las 510 plazas de las oposiciones de maestro, impugnadas por el Gobierno central por considerarlas excesivas, salvo que los tribunales digan lo contrario. Tras celebrar una reunión con los sindicatos del sector para explicar la situación, Mateos reafirmó que la Junta apoya las oposiciones y pondrá «toda la carne en el asador para defender la convocatoria presentada en tiempo y forma».
A su juicio, la Junta «tiene razón» y las 510 plazas convocadas son «objetivas y equivalen a la tasa de reposición por jubilaciones de 2009 y 2010», dos años en los que no se celebraron oposiciones. Según argumenta el Ministerio, la reposición se debe calcular únicamente con el año 2010, motivo por el que ha presentado el recurso. «Los números son muy claros. Los tiene la Junta, el Ministerio de Educación y los sindicatos, y a nosotros nos han echado unas cuentas sobre las que no estamos de acuerdo y pediremos de forma legal mantener estas oposiciones», sostuvo.
Mateos indicó que el Ejecutivo regional «siempre» ha explicado cómo se harían los números de estos dos años, se ha manifestado el respeto al 30 por ciento de reposición que marca la Ley, y «no ha mezclado los funcionarios de Educación, con los de Sanidad o los interinos, que parece que son las justificaciones que quieren dar desde otro sitio».
La próxima reunión será el 27 de mayo, ya que Mateos entendió que es «mejor» tratar el tema después del «impacto político que tienen las elecciones».
Por último, culpó de toda esta polémica al Ministerio de Educación, por gestionar «tan mal» el sistema de coordinación de oposiciones. «Hay que sacar una tarjeta roja porque es un problema que se debía haber abordado hace mucho tiempo y Castilla y León lo ha pedido al propio Ministerio», dijo.
