El Real Madrid no pudo acabar ayer con su gafe en San Siro, pero consiguió un valioso empate (2-2) ante el Milan, en un partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, y que Pedro León rescató en el descuento.
Los hombres de Mourinho firmaron un sobresaliente primer acto y se fueron al descanso con ventaja gracias al gol de Higuaín, el número 700 en la historia del Real Madrid en la máxima competición continental, pero Inzaghi le dio la vuelta al choque. Sin embargo, el ex del Getafe equilibró la balanza en el tiempo añadido.
El actual líder de la Liga firmó una sobresaliente primera mitad y un inicio fulgurante acogotó a su rival, amordazado ante el ímpetu blanco. Higuaín probó a Abbiati en el minuto cuatro con un gran disparo y Pepe pudo también inaugurar el marcador con un cabezazo a pase de Xabi Alonso.
Y es que el cuadro lombardo siempre fue a rebufo de su rival. Ambos conjuntos propusieron un juego lleno de ocasiones y sin pausa, acorde con su status en la máxima competición continental, 16 trofeos sobre el tapete italiano, pero los visitantes siempre llevaron el peso ofensivo.
El festival ‘merengue’ no se detuvo y los madrileños cada vez se iban sintiendo más cómodos sobre el inexpugnable San Siro. Di María, uno de los que está destacando en este inicio tuvo en sus botas el primero, pero pecó de individualista, quizás su único debe. Pirlo, siete más tarde, se erigió en héroe cuando sacó por dos veces dos goles cantados con la cabeza.
Al filo del descanso, el habilidoso extremo buscó entre líneas a Higuaín y encontró a su compatriota. El internacional albiceleste superó su única asignatura pendiente, el gol en Europa, al mandar a los suyos con ventaja al descanso tras batir a Abbiati en el área de castigo.
Tras la reanudación, la tónica siguió igual y fue Cristiano Ronaldo el que probó al meta local con un disparo lejano, que fue repelido a córner. Los transalpinos comenzaron a practicar el fútbol subterráneo al que están tan acostumbrados. Abate, Ibrahimovic y Gattuso intentaron frenar el juego blanco con entradas muy duras, que interrumpían el juego constantemente.
A la hora de partido, saltó al campo Inzaghi. El eterno goleador dejó su huella cuando solo llevaba ocho minutos sobre el césped y empató tras aprovechar un error de Casillas y empujar el cuero con la cabeza. A falta de 12, volvió a batir al capitán blanco y puso por delante a los suyos.
Mourinho tomó el mando desde el banquillo y dio entrada a Pedro León. El murciano, que se quedó fuera de la convocatoria ante el Auxerre, marcó el tanto del empate en el descuento y se llevó una recompensa por su excelente actitud durante las semanas que duró su castigo.
Así, el Real Madrid confirmó su presencia en la próxima fase. Esto no para y el domingo toca el derbi ante el Atlético de Madrid. Los blancos no paran de crecer, los blancos pueden con todo.
