La Guardia Civil de Segovia ha desarticulado una de las redes de venta de cocaína más importantes de la provincia de los últimos años, en una operación que se saldó con dos personas detenidas, la incautación de 3,5 kilos de droga, dos turismos y 345.000 euros en metálico.
Materializada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de Segovia y tras casi un año de trabajo los dos detenidos formaban parte presuntamente de una organización de distribución de droga en la ciudad de Segovia y los municipios limítrofes, con alguna ramificación en otras provincias de la Comunidad, sobre las que no se precisaron más datos.
El resultado de la operación fue presentado ayer en el patio interior de la Comandancia de la Guardia Civil por parte de la subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo, quien felicitó a los efectivos de la Benemérita por el trabajo realizado “que con tesón y esfuerzo alcanza logros tan importantes como el resultado de esta operación”. Además advirtió de que el trabajo de investigación no se ha cerrado todavía y no se descartan nuevas detenciones.
La identidad de los detenidos responde a las iniciales A.B.Y., de 44 años de edad y vecino de Segovia; y a L.N.R.G., de 54 años y vecino de La Lastrilla, ambos de nacionalidad española.
El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia tenía sospechas de que A.B.Y. podía dedicarse a la venta de cocaína, por lo que inició un estrecho seguimiento de su actividad.
Las primeras investigaciones permitieron averiguar que se abastecía de una persona que residía en La Lastrilla. Así las cosas, la Guardia Civil puso los hechos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 5 de Segovia, bajo cuya dirección se desarrolló la operación, que es la primera destacada que se produce estando al frente de la Comandancia el nuevo jefe, el teniente coronel Juan Miguel Jiménez, que tomó posesión de su actual cargo el pasado 1 de julio.
En la operación antidroga, denominada ‘Bécquer’, los agentes tuvieron que realizar intensas vigilancias y seguimientos, dado que los presuntos integrantes de la red tomaban importantes medidas de seguridad, como cambios frecuentes del lugar donde guardaban la droga, según explicó el teniente coronel.
Con la autorización judicial pertinente, los agentes realizaron un registro en la vivienda de uno de los detenidos, donde se incautaron unos 3.500 gramos de cocaína, 4.500 gramos sustancia de corte —formada por cantidades del mismo color blanco que la cocaína y que podría ser paracetamol o polvos de talco—, así como 345.000 euros en metálico en billetes de distintos tamaños, cuatro básculas digitales de precisión y distintos objetos para el corte y preparación de las dosis. También fueron intervenidos dos turismos, un Volkswagen Golf y un Mini que se utilizaban, según los investigadores, para la distribución y transporte de la droga; y varios teléfonos de alta gama.
De acuerdo con los cálculos realizados, la droga incautada hubiese podido dividirse en unas 8.000 dosis y alcanzado un valor de unos 480.000 euros, según las mismas fuentes.
“Es una de las mayores cantidades en cuanto a droga y dinero incautadas en la provincia de Segovia”, destacó el alto mando de la Guardia Civil. Además indicó que muchas de las operaciones desarrolladas se centran en decomisos de bellotas de hachís en menores cantidades.
Tanto la subdelegada como el teniente coronel destacaron que las anteriores operaciones de interceptación de droga realizada por la Guardia Civil de Segovia se centraron en cantidades que pasan por las carreteras de la provincia, aunque en este caso el principal destino era la ciudad y zonas próximas.
Según la subdelegada del gobierno, el control en las grandes vías de comunicación forma parte del trabajo cotidiano de las fuerzas de seguridad y destacó que muchas actuaciones no terminan en buen puerto debido a la falta de pruebas.
