Rafa Nadal superó ayer al ‘gigante’ croata Ivo Karlovic (de dos metros y ocho centímetros) y el británico Andy Murray hizo lo propio con el estadounidense John Isner (que mide dos metros y seis centímetros), por lo que ambos se enfrentarán en los cuartos de final del Abierto de Australia.
El manacorí puso su nombre en esta ronda del evento por cuarta vez en su carrera, al doblegar al rival por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-4 en dos horas y 36 minutos.
En cuanto a Murray, se plantó en ella por primera vez en Melbourne; no ha cedido ningún set en cuatro choques, y en el último se impuso por 7-6 (4), 6-3 y 6-2.
El defensor de la corona tuvo que hacer frente al mejor ‘cañonero’ del circuito y soportar sus 28 saques directos, pero fue capaz de llevar el partido hacia su terreno.
Karlovic jugó inteligentemente, e intentó atraer al oponente a la red con bolas cortas y reveses. Buscó en todo momento que no se dieran intercambios largos.
La estrategia tenía riesgos y no le entregó excesivos beneficios. De hecho, concluyó la contienda con apenas un ‘break’ a su favor.
El potente servicio del croata, que le ha permitido acabar las dos últimas temporadas como líder de la clasificación de ‘aces’, no siempre resulta definitivo. Atemoriza e impide que los encuentros gocen de mucho ritmo, pero no desequilibra la balanza ante restadores de nivel, como Nadal. Algo parecido le ocurrió ante el checo Radek Stepanek en un duelo de semifinales de la Copa Davis de 2009. Logró 78 saques directos y perdió en cinco mangas.
Nadal solo firmó dos, aunque supo colocar a la perfección sus servicios, para controlar los puntos desde el comienzo.
Superado Karlovic, el balear se enfrentará a un hombre al que respeta. El año pasado le arrebató el segundo puesto de la tabla de la ATP al representante patrio, aunque la alegría le duró únicamente tres semanas.
Nadal lleva dos sets cedidos en su camino, uno contra el alemán Philipp Kohlschreiber y el de ayer. Murray se ha mostrado más eficaz todavía.
El escocés rompió tres veces el saque de Isner y no falló con el suyo en ninguna ocasión. La ira del norteamericano la pagó su raqueta, que terminó destrozada en el séptimo juego del tercer parcial.
Nadal y Murray tendrán ocasión de repetir el apasionante duelo que libraron en Melbourne en 2007, con victoria del español en octavos en cinco sets y después de 231 minutos de pelea.
El mallorquín domina los enfrentamientos particulares por un claro 7-2, y en 2009 batió al británico en dos de los tres compromisos en que se vieron las caras. Ganó en Montecarlo e Indian Wells, y cayó en Rotterdam.
En el cuadro femenino, la belga Justine Henin se sobrepuso a sus problemas físicos y venció a su compatriota Yanina Wickmayer. En su siguiente contienda se topará con la rusa Nadia Petrova, tras una jornada en la que Dinara Safina, finalista el año pasado, se retiró lesionada.
La tenista, que regresó hace poco a las pistas, ofreció una vez más pruebas de su determinación, y eliminó a su rival en dos horas y 13 minutos, después de haber salvado dos puntos de set en contra en el primer parcial, que se adjudicó en el desempate.
En el segundo, la calidad de Wickmayer, triunfadora en Auckland, salió a relucir. La semifinalista del último Abierto de Estados Unidos se apuntó la manga con rotundidad.
Henin, con molestias, recurrió a su depurada técnica en la tercera, y cerró su éxito gracias a un 7-6 (3), 1-6 y 6-3.
Por su parte, Petrova continuó su labor destructiva sobre las favoritas. Si en tercera ronda destrozó a Kim Clijsters (6-0 y 6-1), en esta ocasión le tocó el turno a la rusa Svetlana Kuznetsova, que perdió por 6-3, 3-6 y 6-1.
