uñoz tiene el récord del mundo desde abril del año pasado en 22.43, cuando se utilizaban los bañadores fabricados con derivados de los polímeros, los denominados bañadores «mágicos» o «de plástico».
El nadador español demostró hoy que es igual de competitivo con uno como con el otro, porque, claro, con este bañador es más lento, pero es que todos son más lentos, y se llevó una merecida medalla de oro al parar el crono en 23.17 por 23.41 del francés Frederick Bousquet, medalla de plata, y 23.43 del ruso Evgeny Korotyshkin, medalla de bronce.
Ningún nadador ha podido mejorar las marcas de Muñoz, nacido en marzo de 1988, en Córdoba, éste año.
El español, asimismo, tuvo que superar la semana pasada en Budapest una vista del Panel Antidopaje de la Federación Internacional de Natación (FINA), debido a que no había cumplimentado en tres ocasiones los protocolos que les obligan a dar cuenta de su paradero a efectos de los controles antidopaje.
Hoy, tras salir del agua, quiso agradecer a los jueces que el pasado miércoles le quitaran uno de los avisos y haya podido competir en estos europeos.
Los abogados y el psicólogo de la Federación Española alegaron que el hoy campeón de Europa había padecido un cuadro depresivo tras su participación en los Mundiales de Roma 2009, donde ganó dos medallas de bronce: en 50 y 100 mariposa. Tras el verano del año pasado estuvo tres meses sin entrenarse.
En los 100 espalda, otro español, Aschwin Wildeboer, corrió distinta suerte a Muñoz y no pudo pasar de la séptima plaza en la final en la que se impuso el francés Camille Lacourt, una nadador hasta ayer de segunda fila, que en la piscina húngara de la isla Margarita batió el primer récord de Europa con una marca de 52.11.
El anterior estaba en poder del alemán Helge Meeuw, desde el 2 de agosto de 2009, en 52.27.
El francés Jeremy Stravius ganó la medalla de plata con 53.44 y el británico Liam Tancock, la de bronce con 53.86
Da Rocha renace en Budapest. La nadadora Duane da Rocha renació hoy en la piscina de la isla Margarita en Budapest y ganó su primera gran medalla internacional, un bronce, en la final de los 200 metros espalda.
La nadadora de Málaga, que hace dos años cuando no se clasificó para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 se planteó dejar la natación, se vio superada por dos británicas, Elizabeth Simmonds, medallista de oro, con 2:07.04, y Gemma Spofforth, plata, con 2:08.25.
Da Rocha, una nadadora que ha tenido una carrera muy irregular en los últimos años, partía con el mejor tiempo de las clasificadas por la calle 4. Algo que, reconoció posteriormente, le impresionó y le puso todavía más nerviosa pues nunca había llegado a una final continental.