Il Cavaliere no se rinde. Silvio Berlusconi convirtió ayer la pérdida de la inmunidad que mantenía paralizados sus procesos judiciales en un desafío: «Expondré a mis acusadores al ridículo y les mostraré a ellos y a los italianos de qué pasta estoy hecho».
La resolución del Tribunal Constitucional de declarar ilegal la normativa llamada Lodo Alfano, promovida por el titular de Justicia Angelino Alfano en 2008 y que otorga inmunidad a los cuatro altos cargos del Estado, ha llevado al primer ministro transalpino, que se enfrenta al menos a dos juicios, a retomar su querida estrategia de que la mejor defensa es el ataque.
En declaraciones a Radio Rai, y tras reiterar que no dimitirá, manifestó que «hay dos procesos-farsas, absurdos, risibles que enseñaré a los italianos incluso yendo a la televisión».
Se refería de este modo al caso del pago de 580.000 euros al abogado británico David Mills (ya condenado) para que testificara a su favor y a las presuntas irregularidades en la compraventa de derechos televisivos por parte de su grupo Mediaset.
Sin embargo, para sentarse en el banquillo en el caso Mills el proceso tendría que reanudarse de nuevo, con el nombramiento de los nuevos jueces, y, dado que el delito prescribe el próximo mes de marzo, resulta improbable que haya sentencia para entonces.
En cuanto al juicio de Mediaset, los delitos que pesan sobre Berlusconi se han reducido y también puede que los cargos prescriban, mientras otros dos procesos pendientes, uno de ellos está en fase de investigación y otro, a punto de ser archivado.
Quizá por ello, en ningún momento el premier apuntó la posibilidad de irse, sino todo lo contrario: «Sigo adelante, tranquilo y con más fuerza que antes» para añadir después: «El Gobierno continúa serenamente, con más ganas si cabe, ya que se considera absolutamente indispensable para la democracia y para el bienestar del país».
Berlusconi subrayó que ha gobernado sin esa ley desde 2001 a 2006 y que continuará gobernando «sin el Lodo Alfano».
Y con socarronería concluyó: «Menos mal que está Silvio (que es el titulo de la canción electoral), ya que de otra manera el país acabaría en manos de la izquierda, que tiene una organización en la magistratura que usa el poder judicial con fines políticos».
