Por esas casualidades que a veces trae el calendario, el otoño trae a Segovia algunas de las actividades culturales más relevantes del año. De este modo, si el pasado fin de semana la capital se llenaba de encuentros literarios con escritores, intelectuales y pensadores de todo el mundo a través de Hay Festival, la entrega del premio Don Juan de Borbón de la Música volvió a colocar a la ciudad como epicentro cultural, con la presencia de Sir Simon Rattle.
De la importancia del premio pueden dar fe las destacadas personalidades del mundo de la cultura que ayer quisieron subrayar con su presencia el prestigio de un galardón que cuenta entre sus premiados con figuras de la importancia de Maria Joao Pires o José Antonio Abreu.
De este modo, entre los invitados destacó la presencia del bailarín y coreógrafo Angel Corella, director del Corella Ballet Castilla y León, la fotógrafa Ouka Leele, o la periodista Rosa María Calaf, unidos todos ellos por su condición de embajadores de la candidatura Segovia 2016; así como la directora de Hay Festival Segovia, Sheila Cremaschi.
Tampoco el tejido social y político de la provincia fue ajeno a esta cita, con la asistencia del secretario regional del PSCL-PSOE, Óscar López, el presidente del PP de Segovia, Francisco Vázquez, así como los parlamentarios nacionales y regionales de los partidos mayoritarios. En el ámbito empresarial, los presidentes de la FES y de la Cámara de Comercio, Pedro Palomo y Jesús Postigo, también participaron en esta «fiesta de la cultura».
La presencia de Don Felipe de Borbón tampoco pasó desapercibida sobre todo para los residentes del centro histórico más próximos al Alcázar, que comprobaron el intenso despliegue policial montado con motivo de la llegada del Príncipe de Asturias. Pese a ello, solamente una treintena de personas, en su mayoría turistas, esperaron su llegada a la fortaleza y le esperaron a la salida. Don Felipe correspondió amablemente con un saludo a los aplausos que le tributaron los presentes al subir al vehículo que le llevó de regreso a Madrid una vez concluida la jornada.
Antes de marcharse, el Príncipe de Asturias realizó una breve visita a la exposición «Los reinos de la Astronomía: La herencia de Alfonso X», organizada por el Patronato del Alcázar con motivo del Año Internacional de la Astronomía, que pudo verse hasta ayer en la Sala Leonor de Plantagenet.
