El comando de legales de la banda terrorista ETA desarticulado la pasada madrugada en Guipúzcoa por la Policía Nacional con la detención de tres miembros de ETA no fichados por la Policía, estaba listo para atentar aunque todavía no había iniciado su actividad terrorista.
«Era un comando que no había iniciado su actividad terrorista, pero que estaba en condiciones de comenzar a atentar», ha asegurado hoy en rueda de prensa el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, quien ha destacado que los tres detenidos tenían ya todo lo necesario para «actuar inmediatamente».
El secretario de Estado ha subrayado que la operación, desarrollada por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de San Sebastián, ha tenido un «carácter preventivo» porque ha permitido desarticular un comando que estaba en condiciones de actuar, con lo que «se ha evitado dolor y sufrimiento» a los ciudadanos.
Camacho ha señalado que en los cuatro registros realizados durante la operación, en Usurbil, Astigarraga, Lasarte y San Sebastián, los agentes se han incautado de más de 75 de kilos de material explosivo; 65 kilos de nitrato amónico y más de diez de polvo de aluminio, con los que se fabrica el amonal.
Además, en estos registros se han intervenido unos 25 metros de cordón detonante, diverso material para la confección de artefactos explosivos, ordenadores, walky-talkies y unos grilletes.
Camacho ha precisado además que dentro del material incautado no se han encontrado elementos para la confección de bombas-lapa, como la utilizada en el atentado del pasado viernes que costó la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles en Bilbao.
Preguntado sobre la posibilidad de que alguno de los arrestados hubiera participado en los últimos atentados contra la «Y» vasca, como han apuntado hoy algunas fuentes de la investigación, el número dos de Interior ha señalado que en este momento la Policía «no tiene acreditado» su relación con estos sabotajes.
