A nadie le gusta la desaparición de un ser vivo, aunque sea un vegetal. Por ese motivo, no sorprende la disconformidad de los segovianos ante la tala de árboles en la calle de José Zorrilla, ocasionada por la actuación que se está llevando en la zona para acondicionarla como la vía comercial moderna de la ciudad.
Cuatro de cada cinco ciudadanos (un 79,17% de las respuestas a la encuesta) muestra su rechazo ante el corte de unos árboles que forman parte intrínseca de la fisonomía de esta calle.
Según el análisis de la empresa demoscópica Segovia Opina, que realizó la encuesta el pasado mes de abril, este rechazo “puede ser motivado por la ineficacia en la búsqueda de alternativas o por la falta de comunicación” sobre las causas que justifican la tala.
Así mismo, añade que “tal vez una vez vistos los beneficios esperados asociados a tal medida la población pueda comprender esta tala”.
Las primeras talas se efectuaron el pasado 14 de abril, un día después del inicio de las obras. El concejal de Obras, Tráfico y Policía Local, José Llorente, explicó entonces que en toda la intervención se prevé la tala de cuarenta árboles sin vida, mientras que está programada en el proyecto la plantación de otros 146.
Además, los técnicos municipales habían programado la tala de estos árboles (arces negundos), independientemente de la obra actual, porque producen averías en la red de abastecimiento y sus ramas tapan ventanas e incluso afectan a los edificios.
