Rafa Nadal afirmó ayer que la final de la Copa Davis será su principal objetivo en el último tramo de la temporada, aunque señaló que también tratará de hacerlo bien en el Masters 1.000 de París-Bercy que disputa esta semana, y en el torneo de Maestros de Londres.
«Estos últimos meses han sido complicados, pero creo que no he jugado mal. Me han faltado las victorias en las grandes citas, donde hay que llegar con confianza y jugar bien. Sabía que sería difícil ganar títulos así, pero todavía me queda la final de la Copa Davis donde puedo sumar uno. Espero ayudar a mi equipo a ganarla».
Aunque desveló que su motivación es alta para intentar lograr el título en la capital gala, confesó que la superficie en la que se juega no es la mejor para sus intereses.
«Para mí, la pista rápida es la más difícil, sobre todo al final de temporada. Pero trato de progresar lo más posible», remarcó.
El de Manacor confesó que perdió el ritmo de juego por su bajón en la parte media del curso a causa de los percances físicos. «Después de una lesión es difícil volver a jugar. La segunda mitad del año ha sido dura, pero voy a intentar terminar lo mejor posible», agregó.
Además, precisó que vivió con normalidad su retorno a París, donde en mayo pasado cayó derrotado por primera vez en su carrera en Roland Garros, torneo que ha ganado en cuatro ocasiones.
Aquella derrota contra el sueco Robin Soderling en semifinales marcó su declive. «He vuelto con normalidad. Perdí Roland Garros y se acabó, no siempre se puede ganar. La sensación de volver no es diferente. Siempre estoy feliz de estar aquí, creo que es la ciudad más bonita del mundo y el hecho de estar aquí me causa buena sensación. Tengo la máxima ilusión de ganar un Masters 1.000, la misma que tendría si hubiera ganado Roland Garros», comentó.
público francés. En este sentido, el balear negó que tenga problemas con el público francés, aunque reconoció que le silbaron el año pasado cuando abandonó lesionado la pista de Bercy en cuartos de final.
«Para mí fue más difícil dejar la pista que para los aficionados. Pero no tengo nada que decir. El público de Roland Garros siempre ha sido muy amable conmigo».
Exento de disputar la primera ronda, Nadal se refirió a su primer rival en el torneo, su compatriota Nicolás Almagro, al que se enfrentará hoy. «Nos conocemos bien y será un adversario complicado, porque le pega muy fuerte a la bola y saca muy bien. Tendré que aprovechar las pocas oportunidades que pueda tener, y más teniendo en cuenta que será la primera ronda para mí y que él ya estará bastante metido en la competición», manifestó.
Aparte de Bercy y de la final de la Copa Davis, al español le queda el torneo de Maestros de Londres antes de poner fin a un año duro.
«Cada cita es diferente y no puedes fallar porque juegas solo contra los mejores. No tienes la posibilidad de ir cogiendo la forma en los primeros encuentros. Es seguro que quien gane aquí, si va a Londres, tendrá con más confianza, pero será una competición diferente», concluyó.
