La Federación Empresarial Segoviana (FES) y la consultora ABJ Evoluciona firmaron ayer un convenio para el desarrollo e implantación de planes integrales de protección cardiológica, que consistirá en la instalación de desfibriladores externos semiautomáticos en las empresas asociadas a la patronal segoviana.
En el marco del proyecto «Segovia Cardioprotegida», la FES facilitará a las empresas un servicio de consultoria y asesoramiento con unas condiciones económicas especiales para la creación de su «espacio cardioprotegido». En síntesis, las empresas interesadas podrán acceder de forma gratuita a un estudio de sus instalaciones para una eficaz ubicación de los aparatos y a la prestación de un curso de formación, con una duración de ocho horas, para sus empleados. Las empresas solo tendrían que asumir la compra de los aparatos y costear su mantenimiento a «unos precios ventajosos», según explicó ayer el presidente de la FES, Pedro Palomo.
El presidente de la patronal señaló que «Segovia Cardioprotegida» es un proyecto pionero en la región al enfocarse de manera global a las empresas y señaló que la FES lo liderará iniciando la instalación de un espacio cardioprotegido en las oficinas de la agrupación empresarial.
Palomo indicó que la iniciativa se enmarca en los planes de prevención de riesgos laborales, asegurando que los problemas coronarios son por desgracia muy habituales y que “salvar vidas” supone un “objetivo irrenunciable”.
A este respecto, el responsable de la empresa Abj-Evoluciona, José Manuel Mur, explicó que en España se produce un paro cardíaco cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Entre otros datos, Mur indicó que en España el número de muertes súbitas cardíacas asciende a 25.000 personas; y que el 90% son extrahospitalarias; con más de 65.400 casos al año.
Tras indicar que el proyecto está avalado, entre otros organismo, por la Fundación Española del Corazón, Mur destacó las ventajas de disponer de desfibriladores automáticos en las empresas; dado que “la posibilidad de sobrevivir a una parada cardíaca disminuye entre un 7 y un 10% con cada minuto que pasa”; mientras que los servicios de emergencia, desde que reciben la llamada, suelen tardar como mínimo 10 minutos.
Mur explicó que los aparatos son desfibriladores de tercera generación de manejo sencillo. Entre otros proyectos, la empresa ha instalado espacios cardioprotegidos en la estación Puerta de Atocha, en el aeropuerto de Santander y en los cajeros de Caja Rural Soria.
