Las previsiones, aunque más lentamente de lo esperado, han ido cumpliéndose y actualmente las Fuerzas Armadas se encuentran al borde de alcanzar las cifras de contingente de tropa profesional marcadas por el Gobierno.
En Segovia, el ejército se consolida como una alternativa laboral y formativa para los jóvenes, que aumentan su interés por iniciar una carrera profesional en este ámbito. Las cifras son significativas, y si el pasado año el área de Reclutamiento de Segovia atendió un total de 142 solicitudes de cita, en los seis primeros ciclos de incorporación correspondientes a 2009 se han superado ya las 169 solicitudes.
De la misma forma que han aumentado el número de solicitudes, también lo ha hecho el número de plazas ofertadas en Segovia, que este año alcanza ya las 60, todas ellas concentradas mayoritariamente en la Academia de Artillería.
Pese a estas cifras, el proceso de formación de los aspirantes ejerce como criba para medir su nivel de compromiso, y finalmente sólo 16 de los 169 interesados en lo que va de año han ingresado en el Centro de Formación de Baterías, de los cuales 13 ya son militares profesionales en las distintas unidades a las que han sido destinados.
El teniente coronel Emilio Negredo, responsable de este área dependiente de la Delegación de Defensa, explica que el aumento en el número de solicitudes obedece a que el nivel de exigencia de los requisitos para el acceso a las plazas ofertadas ha aumentado. De este modo, los aspirantes deben emplear varios ciclos para poder hacer frente a las exigencias para el ingreso.
Además,, las sucesivas campañas de difusión realizadas por el Ministerio de Defensa a través de los medios de comunicación, unidas a la percepción social sobre la labor de las Fuerzas Armadas en misiones humanitarias son elementos que contribuyen de forma decisiva al creciente interés por la incorporación al ejército.
Negredo reconoce que la crisis económica “es uno de los factores a tener en cuenta en el aumento de la demanda, porque el ejército es un trabajo serio y remunerado que precisa una competencia profesional, pero desde el área de reclutamiento no tenemos la sensación de que influya significativamente en el aumento de solicitudes”.
Además, señala que durante el periodo de formación en los centros especializados, “el ejército analiza a los aspirantes, pero los aspirantes también analizan al ejército, y los que vienen simplemente porencontrar una salida profesional en ocasiones se dan cuenta de que no es lo que esperaban, ya que la del militar es una profesión con un alto componente vocacional”.
Desde el área de reclutamiento, el aspecto divulgativo tiene una especial relevancia, ya que la exposición de las posibilidades laborales y formativas que ofrece las Fuerzas Armadas se antoja imprescindible. De este modo, a lo largo del año se llevan a cabo distintas campañas dirigidas de forma general a los centros educativos y de forma específica a las oficinas de empleo, puntos de información juvenil, agentes de desarrollo local como gestores de las ofertas laborales y formativas.
Emilio Negredo señala que el próximo año estas campañas se centrarán sobre todo en la enseñanza secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, para explicar a los alumnos las nuevas modalidades de acceso a militar de carrera recientemente aprobadas por el Gobierno, que considerarán la carrera militar de forma similar a un grado universitario.
