El enésimo choque entre el PP y el PSOE de Riaza tiene como motivo de discusión la frecuencia de los plenos municipales.
En mayo de 2008, el Partido Popular aprobó que las sesiones ordinarias se celebraran cada dos meses, acuerdo al que se opuso frontalmente el PSOE, defensor del sistema tradicional, el de convocar un pleno cada mes. El enfrentamiento no acabó en aquella sesión, puesto que los socialistas han venido denunciando desde entonces que los populares “ni siquiera cumplen el compromiso de un pleno cada dos meses”.
A raíz de que no se celebrara el correspondiente al mes de septiembre de 2009, el PSOE emitió una nota de prensa recordando que “son ya siete” las veces que el alcalde, Benjamín Cerezo, “no ha convocado las sesiones ordinarias”.
En respuesta a las críticas, el regidor ha querido restar importancia al enfrentamiento, reconociendo que, efectivamente, el pleno de septiembre no se convocó, pero por un motivo justificado. “Quiero llevar al próximo pleno la ratificación de un convenio con la Junta de Castilla y León, que supondrá una inversión de tres millones de euros, y que tendré en mi mesa dentro de unos días”, explica Cerezo.
A su juicio, el posicionamiento el PSOE “es para enredar”. “Me fastidia que saquen a relucir la periodicidad de los plenos cuando ellos fueron los primeros que no cumplieron. El último año que gobernaron (en la pasada legislatura), en 12 meses se convocaron únicamente tres plenos ordinarios”, recuerda ahora Cerezo.
En su disputa, los socialistas han llegado a pedir al Procurador del Común que tome cartas en el asunto. De acuerdo con las explicaciones ofrecidas por la socialista Andrea Rico, el Procurador del Común ha dictado una resolución en la que da la razón a la oposición, reconociendo que existe un incumplimiento por parte del alcalde en las funciones que tiene atribuidas así como un incumplimiento de un acuerdo —el de celebrar sesiones cada dos meses— y una vulneración de los derechos fundamentales de los concejales a participar en los asuntos públicos.
Por su parte, Cerezo insiste en que su principal ocupación, ahora, es rubricar el susodicho convenio que conllevaría una inversión de tres millones de euros para la la instalación de nuevos depósitos de agua y una potabilizadora. “Van a ser obras importantes para Riaza, eso es lo que realmente me importa, y en las que nuestra villa tendrá que aportar un porcentaje bajo”, subraya el alcalde, queriendo desviar la atención de la polémica suscitada por los plenos.
No obstante, dice no querer esconderse en el asunto y afirma: “No doy el perfil de alcalde antidemocrático. Nuestro equipo es mucho más dialogante que el suyo cuando gobernaba, y eso el pueblo lo sabe”. Además, también quiere aclarar que, en la actual legislatura, el PP permite que en los plenos extraordinarios haya turno de ruegos y preguntas, “como si se tratara de un pleno ordinario”.
Pero los concejales del PSOE no dan su brazo a torcer e insisten, por boca de Rico: “No puede seguir evitando dar cuenta de sus actuaciones”. “Lo que resulta más sangrante es que el alcalde está liberado, cobrando su sueldo del Ayuntamiento con dedicación exclusiva, por lo que no puede justificarse de modo alguno que incumpla la ley y no dedique a la celebración de plenos el tiempo que se merecen”, agrega el PSOE.