Pau Gasol y los Lakers vuelven a la final de la NBA en busca del anillo que los Celtics de Boston les denegaron el año pasado. El ala-pívot aspira, esta vez frente a los Magic de Orlando, a ser el primer español en lograr la hazaña. «Éste es nuestro momento».
«Esperemos que a la segunda vaya la vencida», comentó el jugador a la salida del entrenamiento de su equipo. «El anillo es nuestro objetivo y estamos preparados para ello; tenemos grandes opciones de conseguirlo y esperamos aprovecharlas», agregó.
El conjunto californiano emprende el camino hacia el título hoy en el Staples Center, donde se disputarán los dos primeros partidos de la eliminatoria, al mejor de siete encuentros.
«Estoy con ganas e ilusión de jugar la final y de llegar a buen puerto», confesó. «Siento que éste es nuestro momento, sin duda, pero vamos a tener que luchar muchísimo e ir a por todas», continuó Gasol, para quien ganar el título supondría «una felicidad enorme».
«Lograrlo sería tal satisfacción que no sé ni cómo me podría llegar a sentir», admitió el catalán, de 28 años, en su segunda temporada con la franquicia angelina. «Espero poder vivirlo, sentirlo y tenerlo delante de mí», añadió.
Los Celtics de Boston se impusieron en la final de 2008 por 4-2, tras un último choque que resultó ser toda una humillación (131-92). Esta temporada, los de Massachusetts cayeron en segunda ronda de las eliminatorias por el título precisamente ante los Magic.
«El año pasado fue todo sobre la marcha, era todo muy bonito y nuevo, pero creo que no estábamos preparados para ganar a Boston», argumentó el internacional, quien consideró que el duro trayecto que ha tenido su equipo hasta llegar a la gran final va a resultar bastante beneficioso.
Los Lakers tumbaron primero fácilmente a los Jazz de Utah por 4-1, pero después tuvieron que emplearse a fondo ante los Rockets de Houston (4-3) y a los Nuggets de Dénver (4-2).
«Ahora estamos bastante mejor a nivel mental y a nivel físico, hemos sufrido más en los ‘playoffs’ y eso creo que nos ha hecho más fuertes», comentó Gasol, que lleva nueve partidos seguidos aportando un ‘doble-doble’.
Enfrente esperan los Magic, en su segunda aparición en una final de la NBA, aunque ninguno de los componentes de su actual plantilla ha alcanzado antes esta cota.
«Tienen armas muy potentes, lo han demostrado y por eso están ahí. Va a ser un rival muy duro y presentan muchas dificultades a nivel de emparejamientos, pero vamos a intentar sobreponernos», explicó el de Sant Boi.
Para frenar a Dwight Howard, el pívot titular de Orlando y la razón principal por la que su bloque despachó a los Cavaliers de LeBron James en la Conferencia Este, los hombres de Phil Jacksol dispondrán de Andrew Bynum, DJ Mbenga y Josh Powell, además del propio Pau Gasol.
«Es un jugador único. Si nos concentramos en mover el balón y jugar en equipo, creo que nuestras opciones mejoran», advirtió.
Eso es lo que ocurrió en los últimos dos partidos de la serie frente a los Nuggets de Dénver y lo que el español espera que suceda de nuevo a partir de hoy. «No hace falta que haya un tercer jugador que destaque mucho», declaró en alusión a su propio trabajo, el de Kobe Bryant y la aportación extra de gente como Trevor Ariza, Lamar Odom o Bynum.
Siempre prudente, no dudó en alzar la voz a la hora de reclamar mayor protagonismo para el juego interior a raíz de la derrota en el Staples Center que igualó la eliminatoria contra Dénver (1-1).
Desde entonces, las cosas parecen haber cambiado. «No es casualidad», precisó. «Es algo que se habla en el vestuario y que se si se comenta a la prensa pues quizá llega más o tiene un poquito más de repercusión a nivel de equipo».
Puede que Bryant y el veterano base Derek Fisher sean los capitanes del equipo, pero Gasol sabe que él también lleva los galones. «De vez en cuando sí hay que dar toques de atención para que todo el mundo esté centrado y hagamos lo que tenemos que hacer en la pista para ganar», sentenció.
