En la pasada jornada de Liga ni Gimnástica Segoviana ni CD La Granja consiguieron sumar los tres puntos, pero las caras de azulgranas y granjeños al finalizar el domingo eran bien diferentes. La de los componentes de la Segoviana tenía mucho de disgusto por la derrota tras encajar un gol en los últimos minutos frente al Numancia B, pero también de una cierta frustración porque el empate no habría sido del todo malo, mientras que en el CD La Granja el punto sumado frente al Almazán se convirtió en bueno tras comprobar los resultados de esta trigésima jornada de competición regular.
La Segoviana, obligada a ganar para recortar cuanto antes las diferencias con Ávila y Arandina, se la jugó en el campo del filial numantino en busca de los tres puntos cuando tenía uno en el zurrón, algo lógico cuando el premio de la victoria suponía meter un poco más de presión a arandinos y abulenses. Pero al final la derrota castigó la ambición de los azulgrana, que aún tienen una remota opción, ya que los dos equipos que tiene por delante están desaprovechando ocasión tras ocasión de destacarse definitivamente en la tabla clasificatoria.
Quien terminó el sábado enfadado y acabó el domingo con otro estado de ánimo bien distinto fue el CD La Granja, que dejó pasar de largo una buena opción de haber dejado casi sentenciada su permanencia en el caso de haber ganado a un Almazán que encontró lo que buscaba, un empate.
Sin embargo, los granjeños fueron mejorando de humor mientras en la jornada del domingo todos los rivales en la lucha por la permanencia, Becerril, Cebrereña, Norma, Cultural B y Astorga se quedaban sin puntuar. Así que el empate conseguido en casa pasaba de ser un mal resultado a convertirse en bueno, ya que ahora son siete los puntos que tiene de ventaja el conjunto de José Manuel Arribas con respecto a los puestos de descenso. Ahora ya sólo falta que los lesionados terminen de recuperarse para que el equipo coja la tranquilidad suficiente como para demostrar en el campo la calidad que posee en su plantilla.