Un total de 12.276 familias de Castilla y León ha participado en los distintos modelos de prevención del consumo de drogas en el ámbito familiar. El índice de permanencia en los programas oscila entre el 90 por ciento en las actividades dirigidas a todas las personas y el 59,7 por ciento en aquellos destinados específicamente a unidades familiares con hijos adolescentes que ya toman drogas, generalmente acompañadas de múltiples sustancias, según el balance de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Estos programas se enmarcan en una estrategia de prevención dirigida especialmente a reducir el consumo de drogas entre adolescentes que tiene tres vertientes: la escuela, la familia y los espacios de ocio. En este sentido, el informe destaca que en la familia «se concentran una parte importante de los factores de riesgo y de protección que se asocian al consumo de drogas en la adolescencia».
Asimismo, el informe asegura que mientras que los programas de prevención escolar y los de prevención en la comunidad tienden a debilitar sus efectos con el paso del tiempo, estos programas de prevención familiar tienen efectos más duraderos. Se ha calculado que son tres veces más eficaces que los otros. Además, el Comisionado Regional para la Droga ha estructurado la estrategia de prevención en tres niveles en función del riesgo de consumo de sustancias estupefacientes.
El escalón superior del modelo de intervención lo ocupa la denominada «prevención indicada». Este programa es «intenso, exigente y complejo» puesto que está dirigido a familias con hijos de 12 a 21 años que ya consumen drogas y que frecuentemente acompañan con otras sustancias como alcohol, tabaco, cannabis y, a veces, cocaína y drogas de síntesis. Además, los destinatarios sufren problemas de inadaptación familiar, escolar o social; fracaso escolar; o trastornos del comportamiento.
Este programa, que combina un enfoque educativo con otro terapéutico, persigue que los consumos de drogas no progresen hacia una drogodependencia. Además, se realiza un diagnóstico individual y se aplica un plan a medida para cada familia.
Actualmente, estos programas, que se pusieron en marcha en 2004 en Valladolid (‘Proyecto Joven’) y Salamanca (‘Lazarillo’), se desarrollan en seis provincias más. De esta forma, en Burgos se aplica el plan ‘Identidad’; en León ‘Indícale’; ‘Tira del hilo’ en Segovia y ‘Fénix’ en Zamora. En Ávila, Soria y Palencia todavía están en marcha aunque en cuatro años han participado ya 497 familias -858 progenitores y 517 hijos-.
En 2008, recurrieron a este programa 91 familias castellanas y leonesas. De ellas, 42 fueron leonesas, 25 burgalesas, 11 salmantinas, diez vallisoletanas, dos segovianas y una zamorana.
Los motivos por lo que estos beneficiarios se inscribieron en 2008 en este plan son en el 57,1 por ciento de los casos el abandono y en el 1,1 por ciento la expulsión del núcleo familiar. La incorporación fue forzosa para el 5,5 por ciento mientras un 36,3 por ciento recurrió a este servicio a través de entidades sin ánimo de lucro para recibir terapia.
