El programa ‘Segovia y Roma’ —promovido por la Obra Social y Cultural de Caja Segovia para conmemorar el 125 aniversario de la declaración del Acueducto como Monumento Nacional— concluyó ayer con la presentación del libro “La inscripción del Acueducto de Segovia”, obra escrita por el epigrafista Geza Alföldy en base a la interpretación que realizó, en el año 1992, de la inscripción que se colocó en la cartela del monumento, tarea en la que contó con la ayuda del fotógrafo Peter Witte.
En la presentación del libro, la historiadora Dominica Contreras aplaudió el trabajo de Alföldy, insistiendo en que “va siendo hora” de que en Segovia se reconozca el mérito de este investigador, al que calificó como “el mejor epigrafista de los últimos 30 años”. Contreras tachó de “esnobismo” la postura de aquellos que ponen en duda la lectura de Alföldy, advirtiendo que tal interpretación “concuerda perfectamente” con otros datos conocidos sobre el Acueducto. Además, Contreras solicitó “un galardón de la máxima distinción” para el epigrafista húngaro, poniendo como ejemplo Tarragona, donde Alföldy realizó diversas investigaciones, que le otorgó la Medalla de Oro de la Ciudad.
Al acto acudió Armin Stylow, discípulo y colaborador de Alföldy, que detalló las peripecias de su maestro para desvelar el enigma del Acueducto. Stylow declaró que la interpretación de la cartela “parecía una misión imposible”, dado que se trataba “de una inscripción invisible”. A pesar de tal situación. Alföldy dirigió una reconstrucción del texto que es, a juicio de Stylow “la única realmente consistente”. Sobre el método utilizado, reiteró que “tiene un rigor y un cuidado modélicos”. El discípulo y colaborador del epigrafista húngaro concluyó diciendo que el resultado de la lectura de la cartela indica que la inscripción fue puesta en el año 98 después de Cristo, en época de Trajano, aunque ello no significa que este emperador fuera quien encargara su construcción, que posiblemente comenzará muchos años antes.
El estudio de Alföldy, inicialmente escrito en alemán, ha sido traducido al castellano gracias a la colaboración de la Asociación de Amigos del Instituto Arqueológico Alemán, cuyo presidente, Frank Abegg, asistió a la presentación, al igual que la directora del Instituto Arqueológico Alemán, la doctora Marzoli.
Por parte de la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, Rafael Encinas se congratuló de la traducción “de una obra que faltaba”, añadiendo que la misma “pone el broche de oro” al programa ‘Segovia y Roma’, en cuyas actividades —iniciadas el pasado mes de enero— han participado cerca de 50.000 personas.
La obra de Alföldy estará a la venta a partir de hoy en las librerías segovianas al precio de 20 euros. Como viene siendo habitual, la recaudación obtenida se destinará a programas sociales.