Pese a la controversia que generó el hecho de poner el partido ante el Real Ávila por la mañana en lugar de celebrarlo en el horario habitual de las cinco de la tarde, a pesar de que la climatología no colaboró en exceso para que mucha gente se acercara al campo de La Albuera, y teniendo en cuenta que la Junta Gestora estableció el partido como de “Medio día de ayuda al club”, lo lógico era pensar que los rectores del club se iban a pegar el gran “batacazo” poniendo el encuentro en horario de mañana.
Sin embargo, las 1.200 personas que poblaron las gradas de La Albuera, la pancetada popular, los aplaudidores, y la presencia de muchos niños en el campo de La Albuera le dieron al choque un colorido especial y casi desconocido en el municipal segoviano.
Además, las arcas del club recibieron una buena inyección económica con los alrededor de 3.500 euros que se ingresaron en concepto de taquilla. Dinero fue a parar al club, ya que el partido estaba patrocinado por la empresa Ceisa y no hay que olvidar que la empresa que patrocina los partidos de casa de la Segoviana se encarga de sufragar todos los gastos del encuentro, que suelen acercarse a los 1.000 euros, dejando íntegra la taquilla para la Segoviana que, como es lógico, regala una serie de entradas para la empresa patrocinadora del partido para que haga con ellas lo que crea conveniente.
Con posterioridad al encuentro frente al Ávila, la Gestora del club fue informada de la reventa de las invitaciones como si de entradas se tratase, un hecho que Fernando Correa calificó de “aislado”, ya que ni fueron muchos los revendedores, ni muchas las personas que les hicieron caso, aunque este asunto ha puesto sobre la mesa el problema de conseguir un mayor control sobre las invitaciones que la Segoviana entrega tanto a sus patrocinadores como a los colegios y a las empresas colaboradoras.