Las organizaciones empresariales tienen la elegante costumbre de entregar anuales premios a emprendedores de avanzada edad en reconocimiento a dilatada trayectoria. Hoy, el Área Empresarial ‘La Estación de Hontoria’ da un galardón a Josefina Pérez Migueláñez, una mujer que dista, por edad y formación , de esos venerables ancianos, aunque, eso sí, puede dar lecciones a la mayoría de ellos por su sacrificio.
Comenzó a trabajar con 14 años en Saneamientos Casper —empresa fundada en 1971 por su padre, Amando Pérez, con José Antonio Casado—. Y, ahora, cuando no oculta tener 48 años, afirma sin que se la caiga ningún anillo al suelo haber pasado por todas las secciones de la empresa, incluso las más ingratas. “Todo lo que había que hacer en la empresa lo he hecho”, dice.
Tras la desaparición de su padre se hicieron cargo de Saneamientos Casper su madre (Carmen), sus hermanos (María del Carmen, Amando y Fermín) y ella. Además, también forma parte del accionariado de ‘Reformas y Construcciones Casper’ y, hace diez años, abrió otro negocio familiar, Joyería Pérez Migueláñez.
“Soy muy activa”, se excusa. “Nunca digo que no a una idea que me parece interesante”. Pero quizá lo más llamativo de su personalidad es que ha sabido compaginar su faceta de empresaria con otras muchas. La primera, claro está, es de la madre —tiene dos hijos de 13 y 15 años—. Aunque parezca mentira, tiene tiempo libre, los domingos por la mañana, que dedica a hacer deporte. Atletismo. Hasta la fecha, ha corrido ocho maratones (el último, en Berlín). Y amenaza este año con terminar otros dos, el de Valtiendas (Segovia) y el de Amsterdam.
Pero quizá el momento crucial de su vida fue cuando conoció que tenía cáncer. Lejos de derrumbarse, hizo frente a la enfermedad, luchando por mantener su ritmo habitual de trabajo. “Un mes después de la operación, antes de que me empezaran a dar la quimioterapia, corrí un maratón”, declara. Lógicamente, en Oncología admiraban su espíritu. “Había gente que no se lo creía”, agrega.
Esta noche (21,30 horas), en el restaurante Pórtico Real, el Área Empresarial ‘La Estación de Hontoria’ la entregará el premio “Unas Alas para Volar”, en reconocimiento “a su trayectoria ejemplar”, al entender los socios de esta entidad que Josefina Pérez Migueláñez “constituye un modelo de superación en cualquier ámbito profesional”.
Ayer, ella aseguraba que el galardón la ha permitido “pensar un rato” en ella misma, que se considera a sí misma una mujer “a la que la quedan muchas cosas por hacer”. En el aspecto empresarial, se atreve a dar dos consejos. El primero: “Hay que dar el 100% en el sitio donde estés. Si es en casa, en casa; si es en el trabajo, en el trabajo”. Y el segundo: “Cuando tienes la cabeza centrada en algo, hay que resolver el problema; no puedes intentar evadirte”.
