Seis años después de que la relación entre Zapatero y Washington se enrareciera al permanecer sentado el entonces líder de la oposición al paso de la bandera de Estados Unidos durante el desfile del 12 de Octubre, el ahora presidente del Gobierno ha aprovechado la primera oportunidad para reforzar un vínculo que quedó prácticamente roto tras la marcha de las tropas españolas de Iraq.
Con motivo de su anunciadísima visita a su homólogo norteamericano, Barack Obama, el jefe del Ejecutivo aseguró ayer que España está dispuesta a hacer «el máximo esfuerzo» en la formación de las Fuerzas de Seguridad en Afganistán, tarea que lleva a cabo la Guardia Civil, y avanzó que realizará «una contribución importante». Zapatero hizo este anuncio en el Despacho Oval tras su primera entrevista en la Casa Blanca con el dirigente afroamericano, quien ratificó la «amistad firme» entre los dos países y agradeció la ayuda en la reconstrucción y la estabilidad de la nación asiática.
Finalmente, el líder socialista no especificó en su conversación con Obama los prisioneros de Guantánamo que acogerá el territorio nacional, porque todavía no se ha concretado el número, pero ratificó que su compromiso de ayudar a la Administración estadounidense en el cierre del centro de detención es «firme».
Zapatero llegó a la residencia presidencial a las 12,00 hora local y compareció junto a Obama una hora y media después para exponer los ejes de su reunión, que fue seguida de un almuerzo entre las delegaciones de los dos Estados.
Fue, según dijo, una «intensa jornada de diálogo y trabajo, provechosa para las relaciones entre Madrid y Washington», que tienen un campo de trabajo en común «con grandes posibilidades de futuro» en áreas como la seguridad y la economía. Apostó en este contexto por «un crecimiento sostenible que prime la innovación y no la avaricia».
«Mi deseo es que en la salida de la crisis haya un nuevo gran ciclo inversor de EEUU en el territorio nacional para crear empresas y empleos», manifestó.
El presidente norteamericano destacó el «gran potencial» de colaboración en áreas como el transporte y las energías renovables y recordó que España fue en el primer trimestre del año el tercer inversor extranjero en su nación, mientras que su país fue el primero en España.
Las dos administraciones trabajarán ahora para celebrar un foro de inversión con las principales empresas de los dos Estados.
En el área de la seguridad, Zapatero ratificó su compromiso «firme y sólido» en Afganistán. El socialista no concretó si enviará más guardias civiles a la zona, pero sí señaló que había comentado con Obama la «brillante trayectoria» de estos agentes en la formación de las Fuerzas de Seguridad locales y aseguró que «siempre» está dispuesto a hacer el máximo esfuerzo en esa tarea.
A su juicio, garantizar la estabilidad y la seguridad y aislar a los talibanes es una tarea fundamental para el futuro del pueblo afgano y para la lucha contra el terrorismo islamista.
Oriente Próximo, a donde viajará Zapatero nada más abandonar Washington, fue otro de los ejes del encuentro. Ambos acordaron mejorar la coordinación de la acción de la UE y de EEUU en la región y coincidieron en que es el momento de reanudar las negociaciones.
Con esta reunión queda formalizado el giro de las relaciones entre España y Estados Unidos, salpicadas de desencuentros desde que en 2004, nada más llegar al Gobierno, Rodríguez Zapatero ordenó la retirada de las tropas nacionales de Iraq.
Antes de esta cita, el jefe del Ejecutivo tuvo ocasión de entrevistarse en el Capitolio con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Hoy mismo abandonará Washington camino a Siria, donde comenzará una gira por Oriente Próximo que le llevará a Israel, Cisjordania, Jordania y Líbano.
