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El tiempo se agota. La activista Aminatu Haidar tiene ya dificultades para tragar agua con azúcar y se intensifican sus náuseas tras 31 días en huelga de hambre. Este empeoramiento del estado de salud de la saharaui, que permanece acampada en el aeropuerto de Lanzarote, obligó ayer al presidente Zapatero, desaparecido hasta ahora en este conflicto, a pronunciarse a favor de una solución rápida del problema, pero sin estropear las relaciones diplomáticas con Marruecos, que se mantiene firme al no dejar que la mujer regrese a El Aaiún.
«Ella está muy débil, con dificultades para tragar. Ya se va notando que tiene problemas para estar aguantando, pero es la fuerza mental y la convicción en la justicia en lo que está defendiendo lo que la mantiene. La que viene es una semana muy decisiva para Aminatu», según explicó el portavoz de la Plataforma de Apoyo, Fernando Peraíta, desde el aeródromo canario, donde acompaña a la activista.
Haidar, que salió ayer, como cada mañana, en silla de ruedas acompañada, fue incapaz de contestar a los medios, mostrando un rostro más cansado que en días anteriores, según testigos presenciales. La saharaui sigue reclamando volver a su casa con su familia. «Ningún país tiene derecho a echar a nadie, en todo caso, que la lleven a los tribunales o hagan una denuncia, pero no a echarla», volvieron a insistir algunos ciudadanos que se encuentran por el aeropuerto de Lanzarote.
Ante esta situación, el presidente del Gobierno se vio obligado a defender ante el Pleno del Congreso que se siga adelante con el acuerdo de asociación entre Marruecos y la Unión Europea, al tiempo que dijo esperar y confiar en que el caso Haidar se pueda «resolver rápidamente» y después de eso el Ejecutivo ofrecerá las explicaciones que se le demanden.
MÁS PALABRAS QUE HECHOS. José Luis Rodríguez Zapatero, que tomó nota de la resolución parlamentaria aprobada el martes por todos los grupos, salvo el PP, para elevar la solución de la crisis «a las más altas instancias», abogó asimismo por respaldar los esfuerzos de la ONU para resolver el contencioso del Sáhara Occidental e insistió en que el Gabinete «trabaja cada minuto» por resolver el asunto. «Esperemos que triunfe la sensatez y la buena tarea diplomática», agregó, para abogar a continuación por la «prudencia» que, según él, en crisis como ésta de la activista, «es una buena consejera».
El caso de Haidar, que ha cumplido más de un mes sin comer en Lanzarote tras negarle Marruecos la entrada en su país, llegó al Pleno de la Cámara, tanto en el debate sobre las previsiones de la Presidencia española de la Unión como en la sesión de control posterior.
Por su parte, el Parlamento comunitario pedirá hoy a Rabat, en una resolución común presentada por todas las formaciones políticas de la Eurocámara, permitir «sin demora» el regreso de Aminetu a El Aaiún, devolverle su documentación y preservar su integridad física. Además, apoyará «todas las alternativas humanitarias» para garantizar el respeto a su dignidad y su derecho a reunirse sin trabas con sus hijos y su familia.
El texto alcanzado por los grupos será votado junto con tres enmiendas presentadas por el Partido Popular en las que se critica la gestión que ha hecho de esta crisis el Gobierno de Zapatero. También la Izquierda Europea someterá una petición para que se congele el acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos en tanto no se resuelva la situación de Haidar.
