Un partido desastroso, impropio de un aspirante a la Liga de Campeones, condenó a la derrota al Atlético, ridiculizado por un notable Osasuna, que salió de los puestos de descenso con su primera victoria como visitante en esta temporada liguera.
El despiste general del bloque rojiblanco al inicio del duelo dio al rival tantas opciones en ataque como quiso. Primero, un gol anulado por fuera de juego, después, un cabezazo del iraní Masoud al larguero y, como se esperaba, el 0-1. Todo en siete minutos. El tanto lo anotó Pandiani tras un saque de falta de Nekounam.
Pero al desastre defensivo, el bloque madrileño contrapone la efectividad de sus delanteros. No había tirado a portería hasta que Forlán disparó raso y ajustado al palo para colocar el 1-1.
Ese tanto mejoró algo el panorama para local, tan temeroso en defensa y sin ninguna creatividad en el centro del campo como temible en sus contados ataques. Sin nada de fútbol tuvo alguna ocasión, una falta de Simao o una acción de Agüero.
La recompensa a la ambición de los visitantes, dirigidos en ataque por la velocidad de Masoud, llegó al borde del descanso, en otro regalo atrás de los locales, esta vez del checo Ujfalusi, que obsequió con un balón inmejorable en el área a Vadocz (1-2, m. 44).
Fue el castigo a la decepcionante primera parte ‘colchonera’, que tampoco reaccionó en el inicio de la segunda mitad, en el que rápidamente se encontró con el 1-3 en contra, en una jugada de Plasil, al que le bastó un desmarque para crear el caos en la zaga atlética y servir el gol a Pandiani.
El tanto dificultó aún más las opciones de triunfo del conjunto rojiblanco, sin ningún orden táctico. Un disparo de Agüero, al que respondió Roberto con una ágil parada, y un cabezazo de Sinama Pongolle devolvieron algo de credibilidad, pero el partido transcurrió entre la incapacidad del equipo madrileño para crear fútbol y el control paciente de Osasuna. El 1-4 de Masoud puso la sentencia. El atacante iraní ganó por fuerza a Perea y bailó a Pablo dentro del área para batir a placer a Leo Franco.
Fue la culminación del desastroso partido del Atlético, que situó instantes después el 2-4 en el marcador por medio de Pablo, y al que solo la derrota del Villarreal le impidió despedirse de la lucha por las plazas de Liga de Campeones.
