Hay quien daría lo que fuera por un masaje al final de una agotadora jornada de trabajo. Otros perfieren irse de compras para olvidar los avatares del día a día y los hay que disfrutan simplemente con un buen plato de comida casera. Seguro que todos ellos experimentan una sensación de lo más placentera al realizar estas actividades, pero, ¿y si al mismo tiempo pudieran proporcionar educación a un niño nepalí?.
Ésta, nada más y nada menos, es la propuesta que desde hace ya cuatro años lleva haciendo la Asociación de Vecinos Peñablanca, de la localidad segoviana de San Cristóbal. Con motivo de la celebración de su Semana Cultural, la Asociación organiza un mercadillo y un centro de masajes solidario con el fin de recaudar fondos para la ONG ‘Tara School’.
“Tenemos una escuela en Calcuta y otra recién abierta en Nepal”, explica Ana Isabel de Andrés, miembro de la organización. “Necesitamos mantener las instalaciones y pagar a los profesores y en eso ayuda mucho el dinero de los vecinos de San Cristóbal”, añade. No en vano, el año pasado se lograron reunir en torno a 1.200 euros que se destinaron en su totalidad a proyectos solidarios.
Durante la tarde de ayer, la India estuvo un poco más cerca de los segovianos. En un puesto situado frente al antiguo salón de bailes del pueblo se podían encontrar objetos de lo más variado como pañuelos, velas, bolsos o pulseras directamente llegados de este país asiático. Los que no se sintieron tan internacionales prefierieron comprar botijos y porrones donados por los propios vecinos para su venta. Y es que cualquier forma de colaborar es buena y, al fin y al cabo, el producto es lo de menos cuando se trata de echar una mano a los que más lo necesitan.
Y para merendar, nada como una buena empanada o unas magdalenas, elaboradas también por la gente solidaria de San Cristóbal para su venta posterior. Por último, una sala oscura, una camilla y un aroma penetrante esperaban a todo aquel que quisiera recibir un masaje de las manos de aficionados y profesionales masajistas, que ofrecieron sus servicios de forma gratuita para la causa.
Maria Jesús Garrido forma parte de la Asociación de Vecinos y se congratula del éxito y la continuidad de este mercadillo: “Es una actividad que ya está consolidada”, afirma orgullosa. “Siempre se podría participar más pero la verdad es que los hay que vienen año tras año dispuestos a contribuir con lo que sea”. Pues que dure mucho.