Durante casi tres horas, la Junta Gestora de la Gimnástica Segoviana y los capitanes de la plantilla azulgrana trataron de encontrar un punto de acuerdo en la reunión que mantuvieron ayer en el Hotel Infanta Isabel para afrontar el pago de los siete meses de nóminas que adeuda la entidad a sus jugadores.
Pero tristemente ese acuerdo no se produjo, puesto que ni el presidente de la Gestora, Ignacio Tapia, se movió de la posibilidad de solicitar un préstamo personal por valor de 126.000 euros “pero siempre que tenga garantías de recobro” para pagar a cada jugador 600 euros como máximo, ni la plantilla admitió renunciar a una parte del sueldo firmado en sus contratos.
Ahora bien, los capitanes del equipo realizaron una interesante oferta a la Junta Gestora, que pasaba por solicitar un préstamo de 150.000 euros con el que podrían levantarse los embargos que pesan sobre el club, así como abonar cinco meses a la actual plantilla, que flexibilizaría el cobro de la deuda restante en dos plazos, comprometiéndose a no reclamar judicialmente esas cantidades debidas. La oferta de los jugadores aún debe perfilarse un poco más en algunos aspectos, y sin duda pasa por que el presidente de la Gestora haga un esfuerzo mayor en la petición del préstamo personal, “y por ello entiendo que se lo tenga que pensar mucho”, señaló el capitán del equipo, Ramsés.
Al no llegar a un entendimiento, la plantilla se mostró firme en convocar huelga lo antes posible, por lo que acudirá a la Oficina Territorial de Trabajo para presentar la convocatoria de huelga. Cumpliendo los plazos legales, el equipo sí jugará el jueves en Burgos, pero ya no lo hará el próximo domingo en La Albuera frente al Aguilar, salvo que se produzca un acuerdo entre las partes a lo largo de la semana, o bien al club se le conceda la petición que realizará ante la misma Oficina Territorial de Trabajo para que los jugadores cumplan unos servicios mínimos, lo que en caso de que se concediera sentaría un precedente inédito en el fútbol español.
La legislación establece que sólo pueden iniciar un proceso de huelga los propios trabajadores del centro de trabajo, bien a través de votación, bien por medio de sus representantes. Éste es el primer punto de conflicto, puesto que la Segoviana, como cualquier club de Tercera, nunca ha reconocido la vinculación laboral con sus jugadores, por lo que difícilmente podría aceptar una huelga.
Pero una vez que los jugadores han abierto la puerta de la huelga a través de la notificación de la misma a la Oficina Territorial de Trabajo, el club ha aprovechado esta puerta abierta para tratar de solicitar unos servicios mínimos, aunque el Real Decreto 17/1977, que regula el derecho de huelga establece que “corresponde al empresario la designación de los trabajadores que deban efectuar dichos servicios”. El Real Decreto también establece que “El comité de huelga habrá de garantizar durante la misma la prestación de los servicios necesarios para la seguridad de las personas y de las cosas, mantenimiento de los locales, maquinaria, instalaciones, materias primas y cualquier otra atención que fuese precisa para la ulterior reanudación de las tareas de la empresa”.