El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, arropado por toda su Junta Directiva, propuso hoy que el diálogo social se retome en septiembre, pero «sin líneas rojas ni perímetros» y tras advertir que las reformas estructurales en el mercado laboral son «imprescindibles».
Horas antes el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, insistía en que para que continúe una negociación debe haber «base documental» y «explícita voluntad» de buscar acuerdo y de no querer imponer ninguna posición.
Corbacho comparecerá el 27 de agosto en la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados para informar sobre la actual situación del diálogo social, que calificó de «stand by» pero que dijo que «no significa que la sociedad no vaya a funcionar».
Asimismo, tras conocerse la propuesta de la patronal, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, criticó que los empresarios quieran «cargar» en «profundidad» nuevamente contra estas negociaciones y «lesionar los derechos de los pensionistas y de los trabajadores».
En el mismo sentido, se pronunció el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que dijo que no se puede retomar el diálogo social si se deteriora el saldo del Estado.
Y es que hoy el presidente de la patronal, que ha recibido este mediodía el apoyo unánime de toda su dirección al ser ovacionado al inicio de la Junta Directiva, insistió en que el diálogo social debe continuar en septiembre para ser «constructivo» y ayudar a la «maltrecha economía española».
«Queremos recuperar la mesa de diálogo social porque España lo necesita y la economía también», ha dicho el presidente de la patronal quien no obstante ha advertido que la negociación debe llevarse a cabo «sin líneas rojas y sin perímetros».
En rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta Directiva, Díaz Ferrán ha trasladado al Ejecutivo y a los sindicatos su intención de retomar en septiembre un diálogo social «constructivo» con el fin de acometer las reformas estructurales que necesita la economía española, entre la que destacó la del mercado laboral.
Ha añadido que las partes implicadas deben ser capaces de estar a la altura y buscar intereses generales, al tiempo que ha negado que la patronal haya pedido el despido libre y rechazado que se haya producido una injerencia política por parte del PP.
«Es un ejercicio de demagogia que duden de la autonomía e independencia de la CEOE», ha añadido
