La Residencia de Ancianos El Alamillo celebra su 25 aniversario. La fecha exacta de su inauguración se conmemorará el 11 de noviembre pero la programación de actividades organizada desde el centro, la parroquia y Cáritas arrancó ayer con la inauguración de una exposición conmemorativa y con la primera jornada de puertas abiertas. Familiares de los residentes y vecinos de la villa se acercaron ayer a la Residencia para conocer las instalaciones regentadas por las hermanas Compasionistas. Los que no se acercaron ayer tendrán una nueva ocasión de conocer estas instalaciones el jueves 29 de octubre en tres turnos: 16.30, 17.30 y 18.30 horas. El recorrido permite acceder al comedor, el bar, la cocina, la lavandería, los talleres, el gimnasio, la enfermería, la sala de estar, una habitación individual y una doble, y la capilla.
La programación continuará el sábado 31 de octubre celebrando el Día de la Familia con actuaciones de los residentes y del coro del Centro de Día de la villa. El sábado 7 de noviembre habrá una charla sobre salud integral, el domingo 8 una actuación de danza española, el sábado 14 una eucaristía presidida por el obispo de Segovia, el domingo 15 una actuación del Grupo de Danzas Villa de Cuéllar y el sábado 21 será el turno de la Banda Municipal de Música.
25 años En 1979 a instancias del obispo Antonio Palenzuela se iniciaron los pasos para la construcción de esta Residencia. La idea fue muy bien acogida en el municipio y el primer fruto fue la cesión de una finca para su construcción por parte de una vecina de la localidad, Florencia García Galindo viuda de Asterio Galicia.
La finca de 17.920 metros cuadrados ubicada en el paraje del Alamillo se escrituró a favor de Cáritas parroquial “para que pueda construirse una residencia de ancianos con destino a los naturales de Cuéllar y su comarca”. Precisamente Florencia García fue una de las primeras residentes del centro.
El arquitecto cuellarano Juan Manzanares, redactó de forma gratuíta el proyecto del nuevo edificio cuya construcción se adjudicó a Mariano Rico. La obra comenzó en mayo de 1982.
Tras diversos contactos las religiosas Compasionistas se ofrecieron para atender la residencia, tarea que continúan desarrollando en la actualidad cinco hermanas.
Además de los donativos y aportaciones de vecinos y colectivos el Fondo Nacional de Asistencia Social del Ministerio de Trabajo concedió una ayuda de 67 millones de pesetas (402.678.11 euros) que cubría el 75 por ciento del coste de la obra, y posteriormente la Junta de Castilla y León concedió 13 millones de pesetas (78.131.57 euros) para cubrir el importe de los imprevistos surgidos en los trabajos.
El 11 de noviembre de 1984 se inauguró la residencia con la asistencia de unas 3.000 personas, entre ellas el Obispo, la Corporación Municipal, los sacerdotes, las religiosas Compasionistas… En aquel momento las instalaciones ya contaban con 15 residentes y las plazas restantes se completaron enseguida. La historia del centro con más detalle aparecerá publicada en una revista conmemorativa de este 25 aniversario publicada por Cáritas.
