Unas 600 personas se reunieron ayer en la Pradera del Hospital de La Granja en la tradicional paella organizada desde hace cuatro años por el grupo de empresa SGD La Granja. Trabajadores con sus familiares, agentes sociales y empresa celebraron este encuentro en un clima de entendimiento, después de haber alcanzado un acuerdo para el Expediente de Regulación de Empresa (ERE), que afectará a 208 empleados de los 358 con que cuenta la factoría granjeña.
A la paella asistieron, entre otras autoridades, el alcaldel Real Sitio de San Ildefonso, José Luis Vázquez, junto a varios componentes de la corporación local; el secretario provincial del PSOE, Juan Luis Gordo; y varios responsables regionales y locales de los sindicatos UGT y CCOO.
El secretario provincial de UGT, Salazar Calvo, valoró el buen ambiente reinante durante la comida, a pesar de la situación de crisis en la que se encuentra una de las mayores empresas de la provincia y la décima de Castilla y León.
Salazar Calvo afirmó hace unos días que el acuerdo alcanzado entre los trabajadores y la dirección de la empresa SGD La Granja para el ERE “es fructífero para todos” y destacó el esfuerzo realizado tanto por el comité de empresa como por los responsables empresariales.
Esta factoría dedicada a la fabricación de productos de vidrio presentó la semana pasada en el Servicio Territorial de Trabajo un Expediente de Regulación de Empleo pactado entre la dirección y el comité de empresa, en el que tiene mayoría el sindicato CCOO, y al que pertenece también el secretario provincial de UGT.
Calvo insistió ayer en que aunque un ERE nunca es bien visto por los trabajadores, “estos han comprendido que la situación económica obliga a una medida excepcional para garantizar el futuro de la factoría”, que, a su juicio, “es una realidad como los demuestra el reciente contrato de SGD La Granja con la compañía nacional de electricidad de Sudáfrica”, que le reportará un volumen de negocio de 35,3 millones de euros en los próximos cinco años, según recordó.
El ERE, establece un total de 54 días de suspensión de los contratos de trabajo entre el 28 de agosto y el 14 de septiembre, el 24 de octubre y el 10 de noviembre, y del 20 de diciembre al 6 de enero de 2010, y afectará a 208 empleados de los 358 con que cuenta la fábrica granjeña.