Un mes después de la muerte registrada en el embalse del Pontón Alto, al ahogarse una niña angoleña de 16 años, todo sigue igual en relación a la cuestión de si se debe prohibir o no el baño en el Pontón, y cuál es la administración que tiene competencias para ello.
Desde la Subdelegación del Gobierno de Segovia aconsejan “prudencia”, y ratifican que las competencias para la declaración de la zona como apta para el baño corresponden a la Junta de Castilla y León, siempre que los ayuntamientos interesados lo soliciten y cumplan una serie de requisitos que permitan el baño en unas condiciones óptimas.
El embalse del Pontón Alto se ubica en los términos municipales de Palazuelos de Eresma y el Real Sitio de San Ildefonso, y sus alcaldes optan por la elaboración de un plan de usos de la zona, y hasta la aprobación de ese proyecto, por la prohibición del baño en el pantanto, según palabras del alcalde granjeño José Luis Vázquez.
El regidor del Real Sitio reclama a la “administración pública”, sea cual sea, la “prohibición total del baño en el Pontón, hasta que se elabore un plan de usos”. “No quiero que volvamos a sufrir una situación tan desgraciada como la que vivimos hace un mes”, añadió.
Por su parte, el alcalde de Palazuelos de Eresma Domingo Asenjo apuesta por un plan de usos del Pontón Alto, elaborado conjuntamente con la Confederación Hidrográfica del Duero y la Junta de Castilla y León. “Una vez que esté elaborado ese proyecto, cada ayuntamiento podrá solicitar las actividades que quiera, como hacemos nosotros con el piragüismo, que llevamos practicando desde hace ocho años”.
Por otro lado, la Escuela Segoviana de Socorrismo siempre ha advertido del alto riesgo que entraña el baño en el embalse del Pontón Alto. Así, recuerdan que “es un lugar de riesgo elevado respecto al baño”, debido a su profundidad o la turbidez, así como a la falta de vigilancia, de señalización y normas de uso.
Los socorristas afirman que en todas las circunstancias y entornos acuáticos existe “un escaso margen de error y en el Pontón, este margen es casi inexistente”. De este modo, subrayan que cualquier persona que sufra un incidente o indisposición que le haga entrar en lo que técnicamente se conoce como “dinámica de ahogamiento”, o es rescatada “en menos de cinco minutos o con toda probabilidad su cerebro morirá en ese plazo por la falta de oxígeno, por muchos medios que se pongan después en marcha”.