Los niños y, a menudo, los no tan niños miramos con admiración a los deportistas de élite y vemos en ellos un ejemplo a seguir, un espejo donde reflejarnos y un ideal de éxito al que nos gustaría llegar. Un camino admirable dentro de un modo de vida lleno de valores, unos valores que se multiplicaron por mil el pasado domingo en el pabellón Pedro Delgado, donde llegó el mayor proyecto de deporte adaptado e integración de nuestro país.
Es, sin duda, una manera muy diferente de vivir el deporte, pero no por ello menos importante que la de aquellos que por sus logros personales se han convertido en referente para las masas. Y es que el domingo cada canasta, valía el doble, cada gol estaba cargado de ilusión, de esfuerzo y de superación.
Cada pedalada en las bicicletas adaptadas suponía un tanto contra los miedos de los que jamás se habían subido a una. Ejemplos y más ejemplos de lo que es la filosofía con la que nació el deporte, alejado de la competición pero con toda la carga de alegría que da cualquier victoria.
Una mañana en la que muchos se acercaron a un mundo desconocido pero lleno de posibilidades, tal y como ha destacado el concejal de Deportes, Javier Arranz, quien disfrutó en primera persona de las excelencias de esta instalación “aprendiendo a valorar el esfuerzo que supone la práctica de deporte para las personas con algún tipo de discapacidad”, pero sobre todo y mucho más importante “sabiendo disfrutar de una experiencia gratificante como pocas”.
Arranz quiso empaparse de cada una de las actividades preparadas para la jornada del domingo gracias a las Fundaciones También y Telefónica, que han confiado en Segovia para llevar a cabo su proyecto de integración y ha manifestado su deseo de que “esta solo sea la primera de muchas iniciativas de este tipo, que sirven para enriquecer el deporte segoviano”.
Fueron muchos miembros de las diferentes asociaciones segovianas los que no quisieron perderse esta cita preparada para ellos y también algunas personas que sin ningún tipo de discapacidad se acercaron para conocer de primera mano las dificultades con las que estos colectivos se encuentran a la hora de realizar algún tipo de práctica deportiva.
Para el responsable de las actividades deportivas de Apadefim, José Luis Arnanz, “los chavales disfrutaron mucho con la actividad, ya que les sorprendió la novedad de las bicicletas adaptadas, el perro guía o el baloncesto en silla de ruedas” y, además ha querido destacar la importancia de este tipo de iniciativas, ya que “permiten la integración y la convivencia con otros colectivos, algo que se echa de menos dentro de las asociaciones”.
Y es que aunque al principio lo más demandado era el fútbol, por conocido, a medida que transcurría la mañana el resto de deportes iban tomando protagonismo con un componente muy importante, tal y como ha señalado Arnanz, “que ellos han sido los que han elegido, ya que el circuito no estaba predeterminado, y han podido seguir sus preferencias”.
Y así, eligiendo y disfrutando de cada actividad, transcurrió una mañana en la que se volvió a demostrar que el deporte no tiene barreras.