Un suicida mató a 25 personas e hirió a otras 46 en el centro de Damasco el viernes, informó la agencia estatal de noticias SANA, en un ataque que llevó el derramamiento de sangre al corazón de la capital siria por segunda vez en dos semanas.
La explosión precede a una reunión de la Liga Árabe en El Cairo, prevista para el domingo, en la que un comité especial tiene previsto debatir los primeros datos recopilados por la misión árabe que está comprobando que Siria cumpla el plan de frenar la represión violenta de casi diez meses de las revueltas contra el Gobierno de Bashar el Asad.
La reunión podría decidir si continúa la misión o remite a Siria al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, quizá allanando el camino para algún tipo de acción internacional, un escenario que muchos árabes desean evitar.
El jefe de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, dijo que había enviado un mensaje al líder de Hamás en Damasco, Jaled Meshaal, pidiendo al Gobierno sirio que trabaje para detener la violencia.
Las imágenes de la televisión siria mostraron trozos de cadáveres, sangre y cristales rotos por la explosión, que ocurrió en el distrito Maidan. Entre los restos de un autobús podían verse escudos antidisturbios. El autobús fue uno de los varios vehículos cuyas ventanas aparecían rotas.
SANA dijo que 10 personas habían muerto y que se habían localizado partes de cadáveres de otras 15 personas.
El 23 de diciembre, al menos 44 personas murieron en lo que las autoridades sirias dijeron que fueron dos atentados suicidas contra edificios de seguridad en la capital.
Estas acciones se produjeron el día antes de la llegada a Damasco del jefe de la misión de la Liga Árabe.
Las imágenes de la explosión del viernes emitidas por la cadena semioficial Addounia mostraban el autobús y los coches afectados rodeados de cinta amarilla. La gente recogía partes de cadáveres en sábanas de plástico azul entre charcos de sangre y zapatos esparcidos