Estados Unidos pincha cada mes 500 millones de llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos en Alemania, y sus servicios de Inteligencia han clasificado a su mayor aliado del continente europeo al mismo nivel que China, según desvelaron ayer los documentos confidenciales recogidos por el magacín germano Der Spiegel.
Este informe interno de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana llegó a las manos del rotativo como parte de las filtraciones divulgadas por el extrabajador de la agencia, Edward Snowden; un texto en el que se da a conocer la importancia que EEUU concede a la vigilancia secreta de Berlín.
Según el documento, el país europeo es considerado por Washington como un socio «de tercera clase», lo que significa que el énfasis en su vigilancia no solo es superior al de cualquier otro territorio comunitario, sino equiparable a China, Irak y Arabia Saudí.
Por su parte, la Unión Europea exigió a Estados Unidos explicaciones por las supuestas escuchas de la NSA empleando un lenguaje inusualmente duro, con voces como la del ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, que calificó estos actos de «inaceptables».
«De confirmarse, estos hechos serían completamente inaceptables», mantuvo Fabius, al tiempo que desveló que Francia, individualmente, también ha pedido una respuesta contundente a Washington. «Esperamos que las autoridades estadounidenses den la cara lo más rápidamente posible ante las legítimas preocupaciones que ha suscitado la documentación sacada a la luz por el diario germano», señaló.
Asimismo, una portavoz de la Comisión European indicó también que desde el Ejecutivo comunitario se habían puesto en contacto con EEUU. «Les hemos presentado el reportaje publicado y nos han dicho que están comprobando la exactitud de la información antes de manifestarse al respecto», enfatizó.
