Ernesto Bronzetti, intermediario del Real Madrid, afirmó ayer que la llegada de Carlo Ancelotti al club blanco «está difícil» debido a la postura inflexible que ha adoptado el PSG, que está decidido a retenerlo hasta el final de su contrato en junio de 2014.
El italiano aseguró que está «trabajando para llevar a Ancelotti al banquillo blanco» y confesó que es la tercera vez que lo intenta. «Es mi sueño, pero está complicado». «En dos o tres días volveremos a viajar a París para intentar desbloquear esta situación que se ha creado y que es muy incómoda. Él decidió marcharse desde hace tiempo, desde que fue cuestionado en diciembre debido a los malos resultados. Ahora el PSG le está poniendo muchos obstáculos porque no tienen otra alternativa. Querían a José Mourinho, que se va al Chelsea, y quieren mantenerle a toda costa. No hago previsiones porque es un tema que estoy viendo yo y no está bien», añadió.
Además, Bronzetti dio por hecho el fichaje de Gonzalo Higuaín por la Juventus. «Esta al 60 por ciento. Seguramente se irá, ya que ha expresado su deseo de poner fin a su etapa en el equipo, pero creo que será sustituido por otro jugador. El Real Madrid siempre compra a primeras estrellas, no escoge a jugadores al azar. A principios de junio veremos cómo se resuelve», concluyó Bronzetti.
A la espera de que las negociaciones con Ancelotti lleguen o no a buen puerto se mantiene Jupp Heynckes, que dejará el banquillo del Bayern y le gustaría volver al banquillo del Bernabéu. El alemán, que en un principio aseguró que iba a poner fin a su carrera con 68 años, no le importaría continuar un par de ellos más, y si es en un equipo de la talla del Real Madrid mucho mejor.
Enrique Reyes, representante del germano, ya lo comentó el pasado domingo. «De momento no deja el fútbol, solo la Bundesliga. Estaría deseando volver. Si Florentino nos llama, seguramente aceptaríamos la oferta».
Por otro lado, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, pasó revista a la situación del club y reconoció que el fichaje del brasileño Neymar ascendía a cifras desorbitadas para la entidad.
«Me parece un magnífico jugador. Si hubiera podido ficharle en condiciones que no alteraran el ecosistema del club, lo habría hecho. Los cálculos que hemos hecho, entre todo nos salía por más de 150 millones de euros, lo habría alterado todo», afirmó.
El mandatario desveló que el exjugador francés Zinedine Zidane será uno de los que lleven la batuta del equipo. «Antes de ponerle nombre, me gustaría que el líder de todo el proyecto deportivo fuera él», aclaró, reseñando que espera que «entre él y el entrenador intentarán dar un salto cualitativo a la plantilla».
Sin embargo, Pérez no reseñó quién puede ser el nuevo técnico ‘merengue’, y volvió a elogiar la actitud de José Mourinho. «Nos ha puesto en el lugar que corresponde. Cuando yo entré no éramos cabezas de serie en la Champions, eso no es normal. La normalidad es serlo y llegar a semifinales, como mínimo», apuntó.
El presidente explicó que la salida del portugués se debe a un «desgaste por la convivencia» y descartó que hubiese intención de echarle por parte de los jugadores. «No he visto ningún motín. Esta temporada se empezó con un poco menos de hambre y se produjo una reacción normal del entrenador, es un hombre muy exigente».
En ese sentido, negó que los jugadores le pidieran su marcha. «La autoridad la tiene el entrenador y la disciplina es fundamental. El club no puede intervenir en una decisión del técnico, yo no hablo con él para decirle lo que tiene que hacer», reveló el empresario, que señaló que, a su juicio, Íker Casillas es «el mejor portero del mundo» y la intención del portugués siempre fue «motivarle».
Florentino también recalcó que el Real Madrid sigue siendo «la casa» de Vicente Del Bosque, así como de muchos otros exfutbolistas como Raúl, Hierro, Míchel o Camacho. «Porque haya gente que diga que yo me llevo mal con Míchel o con Raúl no significa que sea verdad. Seguro que si en el futuro encontrásemos la forma… ésta es su casa», apostilló
Por último, en sus escasas referencias al Barcelona, el mandatario sorprendió diciendo que «me gusta Leo Messi y si pudiera lo ficharía», concluyó.
