Después de muchos años de lucha, la intervención de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León hará posible la rehabilitación de la iglesia de la Santísima Trinidad, uno de los más valiosos ejemplos del románico segoviano cuyo actual estado de conservación pone en riesgo algunos de sus elementos arquitectónicos más característicos.
La Fundación integrada por las Cajas de Ahorros de la región ha incluido el templo segoviano en el catálogo de intervenciones que realizarán a lo largo del año, circunstancia que pone fin a un largo proceso que parece estar llegando a sus últimos capítulos.
El párroco de la Unidad Parroquial (UPA) Segovia Centro, Andrés de la Calle, expresó su satisfacción por que “por fin nos hayan hecho caso”, y aseguró que el trabajo previo realizado por los técnicos de la Fundación que se incluirá en la memoria ha permitido realizar un estudio “exhaustivo” del estado del templo, que será muy útil para las futuras obras de rehabilitación.
Conforme a las previsiones de la Fundación, la parroquia de la Trinidad deberá asumir el 50 por ciento del coste de las obras, que presumiblemente tendrán un presupuesto cercano a los 800.000 euros. Pese a lo elevado de la cantidad que la feligresía deberá asumir —en torno a los 400.000 euros— De la Calle ha asegurado que el Consejo de Asuntos Económicos de la Parroquia “conoce el proyecto y está dispuesto a asumir la cantidad que nos corresponda, porque es necesario recuperar una de las joyas más valiosas del románico segoviano”.
Aunque aún no se han concretado las fórmulas de financiación, el responsable de la UPA ha señalado que la parroquia “cuenta con unos ahorrillos a los que intentaremos aportar más dinero a través de suscripciones entre nuestros feligreses, y seguramente habrá que solicitar algún crédito bancario, porque nuestra parroquia apenas supera los 2.500 feligreses y no puede asumir integramente el coste de la obra”.
Si las obras comienzan el próximo año -una vez que se redacte el proyecto definitivo para su licitación-, la UPA perderá durante un tiempo La Trinidad como lugar de culto, lo que obligará a recuperar la iglesia de San Esteban, actualmente sin culto activo y cuyo estado en su interior también exige una urgente intervención, largamente prometida por las autoridades responsables.