El considerado jefe del aparato militar de ETA, Jurdan Martitegi, detenido el sábado en Francia, se había citado con el líder del comando desarticulado el mismo día en el País Vasco para realizar un cursillo previo a cometer un atentado en España, según afirmó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El número uno de la banda, que permanece en Montpellier, será trasladado en las próximas horas a París.
En una rueda de prensa para explicar la «brillante» operación desarrollada en Montauriol (Francia) y en Euskadi, en la que fueron capturados nueve presuntos miembros de la organización, el dirigente socialista manifestó que tiene constancia de que el grupo de legales desarticulado estaba preparando un ataque, del que no dio ningún tipo de detalles.
Sobre la posibilidad de que tuvieran algún plan contra el próximo Ejecutivo vasco, debido a que la mayoría de los arrestos se produjeron en Vitoria, el ministro señaló que se trata de una «hipótesis geográfica» que lógicamente la Policía «tiene en la cabeza después de las amenazas de ETA», aunque insistió en que «en este momento no pasa de ser una posibilidad».
Junto a Martitegi fue detenido en el país vecino Alexander Uriarte, responsable del comando posteriormente desarticulado en el País Vasco y que acudió desde la capital de Euskadi a una cita para, a continuación, dar un curso de adiestramiento, y Gorka Azpitarte.
El presunto número uno de la banda fue apresado cuando circulaba con su coche junto a una pequeña iglesia de un cementerio de Montauriol, en el sureste francés, donde fue sorprendido por un dispositivo policial que le aguardaba, según relató el alcalde de esa localidad, Patrick Mauran.
El regidor del municipio, situado a apenas media hora de Perpiñán, explicó que el día de los arrestos se percató de la presencia de una quincena de turismos en la población, un hecho inusual en este tranquilo enclave, situado entre viñedos, en el sureste galo.
Por su parte, el titular de Interior al ser preguntado sobre si Martitegi era el número uno de ETA, declaró tener la impresión de que en este momento «esto del uno, dos y tres en la banda está por lo menos en discusión, ya que su nivel organizativo no atraviesa los mejores momentos».
Sin embargo, Rubalcaba indicó que «con toda seguridad estamos ante el jefe del aparato militar de la organización terrorista», dado que sustituyó a Aitzol Iriondo, que a su vez fue el sucesor de Mikel Garikoitz Txeroki.
El dirigente socialista resaltó en la «siniestra» biografía de Martitegi la comisión de numerosos actos de kale borroka lo que, puntualizó, supone el mejor ejemplo de hasta qué punto las operaciones contra grupos de violencia callejera son fundamentales en la estrategia de la lucha contra ETA.
Por su parte, el sector de población que apoya las formas de la banda movilizó ayer a sus simpatizantes para protestar en Vitoria por los arrestos, a través de carteles en el centro de la ciudad.
