El Grupo de Expertos, que recibió el encargo del Consejo de la Población de abrir un debate sobre la Ordenación del Territorio de Castilla y León, planteó ayer su propuesta de un nuevo modelo territorial para la Comunidad que se asienta en la creación de áreas mancomunadas o distritos, que sustituyan a las actuales mancomunidades, como las unidades básicas para aplicar las políticas públicas, sin crear estructuras administrativas y gasto y desde el respeto a la tradición y arraigo de los pueblos.
Es un documento abierto para el debate, que no está cerrado, que apunta a un «cambio tranquilo y amable» en el proceso de ordenación del territorio y que presenta un modelo, de abajo a arriba, con el que se pretende dar servicios eficientes a los ciudadanos con independencia del lugar donde residan y bajo el respeto a los roles de las diputaciones y de los ayuntamientos, según explicaron los expertos Juan Luis de la Rua Sanz y Alberto Gómez Barahona.
Castilla y León cuenta con 2.248 municipios, el 76 por ciento con menos de 500 habitantes, que representan el 28 por ciento de los existentes en España cuando la Comunidad tiene el 5,5 por ciento de la población del país. De este antecedente de fragmentación ha partido el trabajo de los expertos, cuya propuesta rechaza la fusión de los pueblos y apuesta por la unión voluntaria en áreas mancomunadas o distritos. Cuando éstas áreas cumplan dos criterios, la gestión de servicios y constituirse en espacios básicos de referencia para la ordenación territorial, podrían adquirir la consideración de interés comunitario. Las áreas funcionales surgirán de la agrupación de varias de estas áreas mancomunadas.
Un paso más
Ahora se trata de dar un paso más: que las nuevas áreas mancomunadas o distritos -nominación que podrían adoptar- asuman la gestión de una parte sustancial de los servicios de titularidad municipal. Con ello, se evitaría la actuación de varias mancomunidades en un mismo territorio, como ocurre ahora, y se ligaría, además, a la dimensión territorial y a su gobierno, que para los autores de la propuesta son «dos realidades inseparables». Las áreas mancomunadas o distritos se asentarían como las unidades básicas superior al municipio.
Gómez Barahona defendió la propuesta de dar más protagonismo a las mancomunidades y explicó que han tenido en cuenta «los sentimientos y emociones de las personas». Así, remarcó que realizan una propuesta posibilista, desde el respeto a la tradición, pero destinada a ganar en racionalidad y eficiencia para un mejor uso de los recursos públicos y del desarrollo económico. «Desde abajo a arriba, abierta al diálogo institucional y a la participación civil», resumió el experto.
