Cuenta José Manuel Tamayo, de la Asociación de Amigos de Fernando Peñalosa, de la organización de la muestra homenaje a quien es un fotoperiodista muy querido en la ciudad, que “realmente sabíamos que iba a ser atractiva pero está desbordando nuestras previsiones”.
En este sentido, Tamayo explica que desde el día de su inauguración, el 23 de agosto, fecha en la que se cumplía un año del fallecimiento de Peñalosa, han pasado ya más de 2.000 personas por las dos exposiciones, la de La Alhóndiga y la de la Galería África (Casa del Siglo XV).
Añade que los días laborables la afluencia de público no baja de las 150 personas y los fines de semana oscila entre esa cifra y los 250. Además, con motivo de las dos mesas redondas celebradas hasta ahora en La Alhóndiga, los días 25 de agosto y 1 de septiembre, la cifra rondo los 350, y en la inauguración, la afluencia fue tal que no fue posible el recuento, pero estiman que hubo entre 500 y 600 asistentes esa tarde.
La exposición continúa abierta hasta el próximo día 15 de septiembre, en La Alhóndiga de 18 a 20,30 horas; y los domingos, de 11,30 a 14 horas, y en la Galería África, de lunes a sábado, en horario comercial. En ambos casos el acceso es gratuito.
Precisamente, los organizadores, entre los que se encuentra también EL ADELANTADO, han advertido que para el público de la ciudad, el horario se queda corto por la tarde, y todos los días es necesario insistir a quienes se hacen los remolones para que abandonen la sala.
Tamayo se muestra sorprendido por la evolución del número de visitantes: “Si lo normal en una exposición es que el día de la inauguración haya mucha gente y al siguiente o los dos siguientes también sea importante la afluencia de público, en este caso se ha generado una gran expectatiiva gracias al ‘boca a boca’, y creemos que va ‘in crescendo’”.
La muestra de La Alhóndiga está formada por una selección de unas 1.100 fotografías de Fernando Peñalosa, imágenes de las últimas cuatro décadas en Segovia, incluyendo una proyección continua de más de 700, procedentes de los archivos de EL ADELANTADO y que comprenden el periodo 1990-2009.
Precisamente otra “sorpresa” para la organización ha sido observar como la gente está visitando más de un día La Alhóndiga para poder contemplar todas las imágenes, ya que la proyección se prolonga por espacio de hora y media.
El público es muy respetuoso, nadie levanta la voz, habla en susurros, siempre con cariño hacia Peñalosa y su fotografía. De esta manera, Tamayo considera que la muestra está cumpliendo con el objetivo de “poner en valor el trabajo de Fernando”.
El visitante medio procede de Segovia y la provincia aunque el pasado viernes, por ejemplo, Maite, una turista alicantina, se mostraba encantada con el montaje; eso sí, reconocía que había personajes o paisajes que le eran desconocidos. Como sostiene Tamayo, “a quien más le interesa es al segoviano, a partir de los treinta y pico años, porque ha tenido vivencias muy ligadas a estas imágenes”.
Cuenta que “hay mucha gente que se acerca y hace comentarios de todo tipo; algunos te dicen orgullosos, sintiéndose partícipes, que ellos tienen foto de Peñalosa, porque a nadie se lo negaba, era muy generoso”. Otros preguntan sobre personajes o lugares que aparecen en las fotografías, pero lo que más se percibe es “el recuerdo muy emocionado de Fernando, que la impronta que dejó fue muy grande, porque era muy buena gente y de una manera callada”.