Ser mujer, joven y actriz en el siglo XXI no es tan raro, pero si a estas etiquetas se añade la de ‘madre’ automáticamente estas personas deberían recibir en su casa un diploma en el que figurase con letras bien grandes ‘Super Woman’. De eso sabe un tanto la artista segoviana Lucía Jiménez (Segovia, 1978) que junto a las actrices Marta Belenguer, María Vázquez y Carolina Solas protagoniza la obra ‘Femenino Singular’ de Inconstantes Teatro, actualmente en cartel en el Talía de Valencia.
La propuesta llegará a La Cárcel_Segovia el próximo 13 de marzo según fuentes de la formación teatral aunque el montaje dirigido por Emilio del Valle recorrerá antes otras localidades españolas como Bilbao, Almansa, Casa Ibáñez, Daimiel, La Roda e Higueruela, y continuará hasta finales de marzo por Madridejos, Cuenca, Caudete, Illescas, Albacete y Consuegra.
La obra pretende reflexionar con humor sobre cómo conciliar la maternidad con el trabajo, aunque con un planteamiento novedoso. Y es que los textos emanan del madrileño barrio de Carabanchel, lugar donde residían las cuatro protagonistas, que escribieron sobre sí mismas durante nueve meses de trabajo hasta obtener el libreto de ‘Femenino Singular’. Además, las cuatro actrices no se interpretan a sí mismas, si no que, cada una de ellas, asume el rol de otra de sus compañeras y así, al unísono en ocasiones y en un ejercicio coral en otras, trasladan anécdotas, vivencias, anhelos, dificultades, logros y avances.
La actriz y cantante segoviana comenzó su carrera como en 1996, en la película ‘La buena vida’ de David Trueba, cuya interpretación la mereció la nominación al Goya a la mejor actriz revelación. Comenzó así una intensa vida con papeles en decenas de películas y series de televisión, como su aparición en la serie Alatriste, estrenada hace unas semanas—. En esta vorágine de vida, Jiménez aún fue capaz de encontrar hueco para casarse en 2008 y atreverse a ser madre.
La actriz aporta así parte de su vida a la apuesta de Inconstantes Teatro. Una obra que no tiene “únicamente una reflexión”, según señaló Belenguer el primer día de función en Valencia en declaraciones recogidas por Europa Press. Para las protagonistas, la obra está plagada de “cantidad” de aspectos sobre lo “difícil que es conciliar maternidad y trabajo, aunque que lo bonito es que toda esa reflexión la hace el público”.
Así, la puesta en escena huye del dramatismo, es desenfadada y recurre a números musicales, playbacks y karaokes, expone anécdotas y cuenta con la presencia masculina sobre el escenario de Jorge Muñoz que atiende este “encuentro de viejas amigas” y se convierte en testigo y parte de las anécdotas de las cuatro mujeres. Muchas de estas, como la vida misma, tan alocadas e irreales que arrancan las risas en el auditorio.
