El final del líder libio Muamar el Gadafi podría estar más cerca que nunca. Y es que los rebeldes aseguraron ayer haber tomado el control de la terminal petrolera de Brega, en el este del país, y de la refinería de Zauiya, en el oeste. Así, afirmaron hacerse con las principales fuentes de energía del régimen del mandatario africano.
La toma del enclave de Zauiya, a unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli, la capital oficialista, constituye el último éxito logrado por los insurgentes. Este centro energético produce unos 120.000 barriles diarios de crudo y es, actualmente, el principal proveedor de carburante para el bastión del coronel.
La semana pasada, los rebeldes tomaron el control de parte de la ciudad y, sobre todo, de la ruta que comunica con la frontera de Túnez, con lo que cortaron las vías de aprovisionamiento del Gobierno de Gadafi.
Además, la cadena de televisión Al Yazira difundió en la jornada de ayer varias imágenes de grupos de insurgentes en la terminal petrolera de Brega, otro proveedor de energía para la capital. «Controlamos ya la mayor parte de la ciudad, por no decir la totalidad. Hemos librado duras batallas para llegar hasta allí, pero hoy podemos decir, con gran orgullo, que hemos doblegado los focos de resistencia de los gadafistas en la mayor parte del territorio de la localidad», indicó el coronel Mohamed el Rojeili.
Otra victoria de los opositores fue la toma de Zlitan, a unos 150 kilómetros al este de Trípoli. Los combates continúan en esta parte del territorio y los rebeldes han perdido, hasta el momento, a más de 30 de sus hombres, y matando a unos 40 gadafistas desde el viernes pasado, según afirmaron fuentes militares opositores.
Por su parte, y ante las últimas noticias, el viceministro de Asuntos Exteriores de Libia, Jaled Kaim, negó que el líder esté buscando refugio para su familia o que «esté planeando abandonar el país».
Así, Kaim instó a los Gobiernos de Egipto, Marruecos, Túnez y Argelia a que se pronuncien sobre las informaciones difundidas por los sublevados que apuntaban a dichos países como los posibles destinos de Gadafi y su familia, previa petición del líder libio.
Además, el coronel sigue apostando por luchar y no rendirse, ya que corre el rumor de que está preparando la ofensiva final.
