Para un negocio como el de las autoescuelas, que pasa por un mal momento, el verano significa más que un respiro para el sector. Es la época del año en la que mayor cantidad de personas se inscribe en las diferentes empresas del sector repartidas por la provincia, con una considerable diferencia respecto al resto del año, llegando a duplicar los alumnos inscritos.
Sacarse el carnet ha representado y representa un objetivo casi indispensable para multitud de personas. Ya sea por necesidad, por obligación o por placer, aprobar el examen de conducir es la meta de muchos segovianos.
Sin embargo, durante los últimos años, el negocio sigue una tendencia decreciente en cuanto a inscripciones y, en consecuencia, beneficios. Esta propensión negativa aplicable a toda España se debe a “dos factores, por un lado, la crisis económica y por otro el considerable descenso de la natalidad”, como afirma Irene Herranz, presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Segovia y secretaria general de la Confederación Nacional de Autoescuelas.
Es por esto que el verano sea tan relevante para el negocio. “Durante los meses de junio, julio y agosto se registra mayor actividad en las autoescuelas”, dice Herranz. La época estival coincide con el periodo en el que los jóvenes disponen de más tiempo, ya que han finalizado el curso escolar y la disponibilidad para el estudio específico del código y para la realización de prácticas es más amplia. De hecho, son los estudiantes los que más aprovechan esta oportunidad durante el verano y la principal causa de esta mayor concentración de asistencia a las autoescuelas.
Además del número de segovianos apuntados en las autoescuelas locales hay que tener en cuenta a los alumnos que provienen de otras ciudades, especialmente de la capital de España. Según Herranz, “en julio no se nota especialmente. Sí en agosto, ya que la Jefatura de Tráfico cierra durante ese mes en Madrid”, lo que provoca que una gran cantidad de madrileños frecuenten las autoescuelas segovianas.
El número de inscripciones en algunas autoescuelas ha aumentado en más del 50% desde que comenzó el mes de junio. Lo mismo pasa en las clases teóricas impartidas en las propias autoescuelas, en las que el número de sillas ocupadas se duplica en las aulas con respecto a otros meses.
Los datos son positivos con respecto al resto de meses de este año. Sin embargo, si se comparan con los de veranos anteriores, varias autoescuelas de la provincia coinciden en que no se registran cambios a tener en cuenta, ya que la cifra de alumnos inscritos es similar a la de 2014 y 2015. Asimismo, la proporción entre mujeres y hombres se mantiene igual que en años precedentes. Además, el número de extranjeros inscritos tampoco ha cambiado.