Una parte de Venezuela llora aún al fallecido Hugo Chávez y otra festeja el anuncio de que Henrique Capriles será el candidato opositor en los comicios del próximo 14 de abril. Y, mientras, los políticos ya han abierto sus duelos de campaña con severos ataques.
Si el pasado domingo el aspirante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) cuestionó las informaciones dadas desde el Gobierno de Caracas sobre la enfermedad y la muerte del comandante, al tiempo que denunció el «ventajismo» y el «abuso de poder» del actual presidente interino, Nicolás Maduro, que también será cabeza de lista en la cita de las urnas por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el jefe de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, acusó ayer a Capriles de haber hecho una «declaración de guerra» con sus declaraciones.
«Ustedes (los miembros del Ejecutivo) tenían todo cuadrado, tenían semanas en campaña, cuadrando el momento», aseveró el líder opositor al acusar al Gabinete de manipular el estado de salud del difunto presidente. «Quién sabe cuándo murió», cuestionó.
La reacción fue también inmediata por parte de Maduro, quien calificó a su próximo adversario de «miserable, fascista, perdedor, hijo de la oligarquía e irresponsable», y acusándole de pretender generar violencia para deslegitimar el proceso y «encubrir» una derrota.
«Nuestro comandante murió amado por su pueblo. No va a haber ruptura porque no hay traición. Va a haber continuidad del proyecto político», indicó. E, incluso, planteó posibles acciones penales por la «infamia».
Por su parte, Capriles insistió: «Nicolás, yo no te voy a dejar el camino libre. Vas a tener que derrotarme con votos y voy a pelear con estas manos por cada voto, cuésteme lo que me cueste».
Horas después, el presidente encargado inscribió su candidatura para los comicios, momento en el que insistió: «Yo no soy Chávez, pero soy hijo de Chávez». Así, pidió al comandante que «me dé fuerzas y me permita cumplir la orden que me instruyó, aquella noche del 8 de diciembre, cuando me dijo que si algo sucedía con su vida, nosotros tomáramos su bandera, su programa y siguiéramos la batalla victoriosa hacia la consolidación de la patria».
Por otro lado, el exjefe del Gobierno de Cuba Fidel Castro realizó sus primeras declaraciones sobre la defunción del líder bolivariano. En un artículo publicado en el portal oficialista Cubadebate, señaló que «le golpeó» la muerte del dirigente, al que calificó como «el mejor amigo» de la isla, por todo el apoyo que brindó al país caribeño.
Castro destacó que tuvo el «honor de haber compartido con Chávez los mismos ideales de justicia social y de apoyo a los explotados».
Fidel hizo un seguimiento personal de todo el proceso de recuperación de Chávez e, incluso, fue al parecer él mismo quien le comunicó al dirigente venezolano que tenía cáncer.
Traslado al Museo el próximo viernes.- El presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció ayer que el cuerpo de Hugo Chávez será trasladado el próximo viernes al Museo Histórico de la Revolución Bolivariana. El dirigente subrayó que el recinto, también llamado Cuartel de la Montaña 4-F, es el que acogió el comando de operaciones que el difunto mandatario encabezó durante el golpe de Estado de febrero de 1992.
«Invitamos a todo el pueblo a que venga con todo su amor y su lealtad a acompañarnos en este hasta siempre al comandante», agregó.
Asimismo, apuntó que la Asamblea Nacional votará hoy una propuesta de enmienda constitucional para que Chávez pueda ser trasladado al Panteón Nacional, donde reposan los restos del libertador Simón Bolívar. La Carta Magna reserva «los honores» de ese lugar a ciudadanos ilustres «que hayan prestado servicios eminentes a la República», pero «después de transcurridos 25 años de su fallecimiento».
