El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, informó ayer, en su habitual rueda de prensa de los jueves, tras la reunión semanal de la junta de Gobierno, de una sentencia del Tribunal Supremo que permitirá construir hasta dos plantas en dos parcelas del barrio de San Marcos muy próximas a la iglesia de la Vera Cruz, en lo que calificó como “un acto agresivo hacia nuestro Patrimonio, un varapalo más”.
Arahuetes dio a conocer a los informadores, tras ser comunicada a la junta de Gobierno, una sentencia del Tribunal Supremo que confirma otra del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, ratificando que estas dos parcelas, de 190 y 208 metros, ubicadas detrás del Restaurante San Marcos, son suelo urbano consolidado, y por tanto edificables.
El Ayuntamiento había interpuesto un recurso contra la sentencia del TSJ para intentar que esta zona se mantenga como suelo rústico protegido, tal y como figura en el Plan General de Ordenación Urbana y como se iba a hacer constar en el Plan Especial de Áreas Históricas, pero el Supremo ha desestimado el recurso. La sentencia entiende que en esos terrenos “hubo anteriormente edificaciones, que fueron derribadas a causa de su estado de ruina”.
Ahora, en cada una de las dos parcelas se podrán construir dos plantas, con una edificabilidad total de unos 700 u 800 metros cuadrados, unos inmuebles que, según adelantó el alcalde, supondrán una “impacto visual tremendo sobre la iglesia de la Vera Cruz”, llegando a ocultar su visión desde San Marcos.
Pedro Arahuetes no ahorró ayer calificativos a la hora de referirse a la situación que crea esta sentencia, que ya no es recurrible. “Es un acto agresivo contra nuestro Patrimonio, un varapalo más, una desgracia”, dijo, añadiendo que el Ayuntamiento se ve obligado a trasladar la sentencia al planeamiento.
Así, el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS), no podrá proteger estas parcelas, y el Plan General tendrá que ser modificado para considerar suelo urbano consolidado una zona que calificaba como rústico protegido. Así, se abrirá el camino para que se construya, como ya pasó, a pocos metros, en la parcela del edificio que tapa las vistas del Alcázar y de la iglesia de San Marcos.
