El Real Madrid no pudo pasar del empate ante el Valencia (0-0) en un partido que deja a los blancos con tan solo cuatro puntos de ventaja sobre el Barcelona y da aire al conjunto ‘ché’ en su objetivo inicial de hacerse con la tercera posición de la tabla.
Después de una jornada europea exitosa, los dos equipos llegaban al partido con la moral en alza y dispuestos a llevarse tres puntos que resultaban vitales en las aspiraciones de uno y otro: los madrileños ansiaban la victoria para no hacer peligrar la Liga y los de Emery para confirmarse como el tercer mejor equipo del campeonato, y evitar que sus perseguidores, principalmente Levante y Málaga, se hicieran falsas ilusiones.
Con Di María finalmente en el banquillo, Albiol en el centro de la zaga y Benzema e Higuaín jugando juntos de inicio, el once de Mourinho saltó al césped del Bernabéu muy ‘enchufado’ y mostrándose superior a un conjunto levantino que tuvo que prescindir de la titularidad de su ariete estrella, Roberto Soldado, que se quedó fuera por unas molestias.
Cristiano Ronaldo protagonizó las ocasiones más claras de la primera media hora de juego, cuando los ‘merengues’ tocaban el balón con clase y elaboraban sin prisa cada jugada ante un Valencia que esperaba replegado en su campo viéndolas venir.
A los cuatro minutos, el portugués avisó con un lanzamiento que salió rozando el palo y, prácticamente en la jugada siguiente, puso en pie a la afición del club de Concha Espina con un disparo que se estrelló en la madera.
En el 19, de nuevo Cristiano pudo adelantar a los madridistas de no ser por Guaita, que repelió bien un balón enviado por el de Madeira en una acción en la que el público acabó pidió penalti.
Tras media hora en la que tan solo pareció existir un equipo sobre el terreno de juego, con un Valencia que no dio signos de querer llevarse una victoria de Chamartín y un conjunto blanco lanzado al ataque, una ocasión de Ricardo Costa que acabó con el balón en el palo supuso la reacción del equipo ‘ché’ que, en los últimos instantes de estos primeros 45 minutos, despertó de su letargo y se animó a buscar el gol.
Tras el paso por el túnel de vestuarios, Mourinho sentó a Higuaín para dar entrada a Di María y el Madrid comenzó la segunda mitad como lo hizo al inicio del partido, con una ocasión del hasta ayer pichichi (Messi adelantó al luso con su doblete ante el Zaragoza) cuando los espectadores aún no habían regresado a las gradas del estadio.
El segundo acto del choque transcurrió con ocasiones por parte de ambos conjuntos, algunas muy claras. Los de Emery volvieron a toparse con la madera con un trallazo de Tino Costa y pusieron en algún aprieto más a la defensa madridista.
Sin embargo, la sensación era que el empate inicial se mantendría, porque estaba claro que el Madrid no tenía su día de cara al gol. Los ‘merengues’ veían cómo el partido se les escapaba y cómo el Valencia les ponía el susto en el cuerpo en varias ocasiones. Preocupados por lo que estaban viendo sobre el campo, Mourinho dio entrada a Kaká y Callejón, mientras que Aduriz le dio el relevo a Soldado para ver si el máximo goleador del equipo valencianista podía dar ventaja a los suyos.
A falta de 15 minutos para la conclusión del choque, Benzema tuvo la victoria en sus botas con dos lanzamientos consecutivos que Guaita, uno de los héroes de la noche, detuvo a la perfección. Al final, y tras unos últimos instantes de infarto para el líder en los que se topó una y otra vez con la meta rival, el resultado no se movió y el empate deja abierta una Liga en la que el Barcelona reduce la distancia y le mete el miedo en el cuerpo al Real Madrid. En ‘Can Barça’ ya salen las cuentas de la vieja y se frotan las manos a la espera de los próximos partidos.
