El presidente de “Amigos del Patrimonio”, Pedro Montarelo, reclamó ayer al Ayuntamiento de Segovia, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura su “implicación”, en un acuerdo tripartito, que permita rescatar de la “ruina” el antiguo teatro Cervantes. “Creo que deberían implicarse de inmediato las tres administraciones y sacar adelante un proyecto razonable quemitigue la vergüenza de haberlo reducido a la ruina”, afirmó Montarelo, que lamentó el estado en que se encuentra lo que queda del inmueble por una “intervención —dijo— absolutamente desproporcionada” por parte del Ayuntamiento. Montarelo subrayó que del antiguo teatro “no queda prácticamente nada, salvo unos muros de ladrillo sin ningún valor”, como consecuencia de las obras municipales, finalmente paralizadas por la Junta, que no se ajustaron al proyecto autorizado por la Comisión de Patrimonio.
Montarelo reclamó un acuerdo similar al que suscribieron las tres administraciones para la rehabilitación de la Casa de la Moneda; que, en su opinión, debería suscribirse “de forma urgente”, “no solo —dijo— porque es una infraestructura que la ciudad necesita, sino incluso también para evitar el sonrojo de quienes puedan ver lo que allí se ha hecho, porque se ha destruído”.
El presidente de Amigos del Patrimonio aplaude la iniciativa del concejal de IU, Luis Peñalosa, que planteó una posible solución, en teoría “sin coste” para las arcas municipales, para retirar las cerchas “ilegales” que hoy coronan lo que queda del antiguo teatro Cervantes. Peñalosa ha propuesto que sea una empresa del sector de la construcción la que retire y desmantele las cerchas a cambio de quedarse con el material. Estas estructuras metálicas, llamadas a constituir la armadura de la cubierta de la zona del escenario suponen el testimonio visible del primer proyecto ‘ilegal’.
“Sería una solución ideal”, apuntó Montarelo, quien apuntó que, en todo caso, la retirada de estas estructuras debería ser una actuación “prioritaria”. Como se sabe, un informe municipal indica que la retirada de las cerchas —ordenada por una sentencia del TSJCyL— se cifra en 60.000 euros, una cantidad que “podría adelantar ya el Ayuntamiento”, afirmó el presidente de “Amigos del Patrimonio”. “Los presupuestos han desviado partidas del ARCH de Canonjías y el ARI de San José se para la obra del CAT (…) también se ha producido una modificación presupuestaria para derribar los miniapartamentos ilegales, por eso no creo que sea tan difícil hacer lo mismo para retirar las cerchas”, dijo Montarelo.
En sintonía con lo manifestado por el PP, Montarelo cree que la retirada de las cerchas sería un “gesto de buena voluntad” por parte del Ayuntamiento para reclamar ayudas a otras administraciones para reconstruir el antiguo teatro.
Por otra parte, con respecto al próximo derribo de los ‘miniapartamentos ilegales” del Eresma, Montarerlo afirmó que “Amigos del Patrimonio” es partidario de su demolición, aunque “también deberían derribarse los muros de contención para que la parcela recuperase sus características originales”.
Atentos al PEAHIS
El presidente de “Amigos del Patrimonio” y portavoz de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), Pedro Montarelo, aseguró ayer que ambos colectivos permanecen a la espera de que se publique el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS) para “estudiarlo detenidamente y realizar sugerencias y aportaciones” con “ánimo constructivo y de colaboración”. Montarelo hizo un llamamiento para que el Ayuntamiento “ponga facilidades” a las asociaciones y particulares para poder manejar un documento “complicadísimo” que “ellos llevan estudiando muchos meses y que nosotros tendremos que analizar en un plazo mucho más corto”.
Montarelo lamentó que la revisión del PEAHIS a lo largo del último año se haya limitado a sesiones de trabajo con la única presencia de representantes de los grupos municipales. “Mucho nos tememos que las decisiones estén tomadas y que sea difícil que prosperen las sugerencias ciudadanas o de asociaciones”, aunque “confiamos en que no sea así y puedan ser tenidas en cuenta”. “Recuerdo las alegaciones que presentamos en 2010 y la impresión es que apenas se miraron, confiamos en que ahora no suceda lo mismo”, añadió.
