El Barcelona ganó ayer en el Palau Blaugrana al Real Madrid en el cuarto partido de la final del ‘play-off’ de la Liga y forzó así el quinto y decisivo encuentro de la serie, el que determinará si los azulgranas vuelven a cantar el alirón o si los blancos se toman la revancha, con todo abierto después de que los locales se recuperasen del golpe del viernes.
Un último cuarto de 24-17, y sin un Navarro que con molestias no jugó 10 minutos finales, sentenció el choque a favor de un cuadro ‘culé’ en el que todos colaboraron para igualar la eliminatoria, dejándose la piel en defensa y batallando por cada rebote, ganando al conjunto ‘merengue’ también en este punto tan decisivo, y con la dupla Tomic-Mavrokefalidis rompiendo el partido casi desde el inicio.
Los ‘gigantes’ azulgranas rompieron el choque, con el griego adjudicándose un parcial tremendo al inicio del último período, y con el croata, inmenso, sumando 18 puntos que fueron claves, porque apareció cuando se le pidió. Al final, el partido estuvo caliente, con una técnica a Rudy que mató el choque.
Ahora todo se decidirá en el Palacio de los Deportes. El año pasado, en situación similar, el Barça ganó contra pronóstico la serie, y espera repetir ante un Madrid que, no obstante, sigue teniendo las estadísticas a su favor, así como el público.
Pero, en el Palau, fue el equipo local quien salió más metido en el partido y con una concentración que compensó el desacierto desde la línea de triple (aunque el Madrid estuvo nefasto) y un esfuerzo en defensa que neutralizaba el poderío blanco en el rebote, siendo aquí mejores los de Xavi Pascua.
Destacó el duelo entre Ante Tomic y Mirza Begic, ambos marcándose el uno al otro, pero llevando el peso anotador, mientras que Rudy Fernández empezó mejor que Juan Carlos Navarro, pero se fue apagando, mientras que el capitán catalán lo hizo al revés.
Sin embargo, el Madrid fue mejorando poco a poco y quitándose el miedo ambiental de encima. El capitán Felipe Reyes entró cuando más se le necesitaba, para ir enjuagando la diferencia hasta ponerse a tiro de piedra de los ‘culés’.
Aún así, cuando el Madrid se acercó demasiado, a los jugadores de Xavi Pascual no les tembló el pulso y volvieron a apretar, detrás y delante, para abrir brecha de nuevo. Navarro cogió las riendas, pero sin monopolizar el ataque, y un parcial de 12-5 puso de nuevo al Barça seis arriba a menos de tres minutos para el final del tercer cuarto.
Tan solo cuatro tantos separaban a los eternos rivales en el marcador antes del inicio del último período, pero un parcial global de 0-6 igualó todo (49-49) con 8:52 minutos de juego.
Todo por decidir y todo lo hecho, al traste. Eso sí, era bagaje a tener en cuenta para el final. Podía escaparse el Madrid aprovechando el dejar momentáneamente ‘K.O’ al Barça, pero los locales se despertaron con una canasta de Mavrokefalidis, dando un descanso merecido a Tomic, triple de Marcelinho (3/5 en ese momento desde los 6,75) y otra canasta del pívot griego para escalar de nuevo (56-49).
El conjunto ‘merengue’, estrellado ante el muro azulgrana e incapaz de encontrar la rapidez de Llull o Rudy, la brillantez del ‘Chacho’ o la artillería de Carroll o Mirotic, vio, encima, cómo Mavrokefalidis se decidía a estrenar su casillero de puntuación, y de qué manera. Tres canasta seguidas y el triple del carioca dieron un 9-0 al Barça que, a falta de cinco minutos y medio, ganaba de ocho puntos, tras llegar a una nueva máxima diferencia de nueve tantos.
El acordeón volvió a aparecer, lo que provocó que el Madrid no se fuera del partido. Así, los blancos se metieron de nuevo en él, con paciencia y tesón, aunque les pasó factura y acabaron pagándolo en los instantes decisivos.
