Un «hat trick» para el ciclista de la Isla de Man, de 25 años, que ya dejó su sello en Montagis y Guegnon en la primera semana de carrera. Tras la lógica «desaparición» en los Alpes, reapareció en una jornada diseñada para los guepardos. Y no falló. Se presentó a la cita para firmar su decimotercera victoria en la Grande Boucle.
El triunfo de Cav, por delante del italiano Alessandro Petacchi (Lampre) y del estadounidense Tyler Farrar (Garmin), se produjo en un esprint extraño, en el que su lanzador Mark Renshaw se deshizo a cabezazos de Julian Dean (Garmin), y luego cerró el paso a Farrar, quien aún escapó de la maniobra para ser tercero. Después de esas escenas apareció el líder con el camino expedito para rematar la faena. Renshaw pagó su antideportividad con la expulsión del Tour.
José Joaquín Rojas (Caisse DEpargne) se metió en la pomada con el cuarto lugar, no así Oscar Freire (Rabobank) quien no encontró «piernas para ganar».
Otra jornada de calor, disputada a 39,4 kms/hora, de tranquilidad en todo el recorrido hasta que los equipos de los esprinters decidieron echar abajo la escapada de rigor y preparar la llegada masiva. Los favoritos aguantaron el tirón sin sobresaltos y la general no se movió en espera de días más trascendentes, quizá el este viernes con la llegada a Mende, con un final en subida.
Andy Schleck acabó su segundo día de amarillo bien protegido por el Saxo Bank, que tomó al final la delantera del pelotón para evitar cualquier despiste con la aparición del viento. El campeón de luxemburgo contrarreloj y vencedor en Avoriaz, mantuvo a 41 segundos a Alberto Contador (Astana) y a 2.45 a Samuel Sánchez (Euskaltel), segundo y tercero respectivamente.
No podían fallar los esprinters a su cita, ya que no van a tener muchas opciones ante la llegada de los Pirineos el próximo fin de semana, donde se espera el vuelo en las cumbres entre Schleck y Contador. El terreno camino del Macizo Central era muy favorable, con el Col de Cabre (3a) como única dificultad de la etapa.
