El Barcelona se situó ayer de manera provisional al frente de la tabla liguera tras derrotar por la mínima al Mallorca en el ONO Estadi, un campo transformado en un fortín esta temporada, pero que no frenó al equipo dirigido por Pep Guardiola.
El sueco Zlatan Ibrahimovic firmó la diana del triunfo azulgrana, conquistado con bastante sufrimiento, ya que los locales tuvieron opciones hasta el final.
El preparador visitante dejó en el banquillo a Leo Messi, con el objetivo de conceder al argentino un ligero descanso. En su lugar, recurrió a Jeffren Suárez.
Ya en el primer minuto del duelo, Aritz Aduriz cuestionó esa decisión del ‘míster’ con un duro remate al palo. El rechace lo empalmó el uruguayo Gonzalo ‘Chori’ Castro, que obligó a Valdés a realizar una gran intervención.
Se trató de un toque de atención en toda regla para los ‘culés’, que empezaron a carburar muy pronto apoyados en el talento de Iniesta, la fuerza de Keita y Touré Yaya y la velocidad de Pedro.
En el minuto 12, el árbitro anuló un gol al canario por un fuera de juego muy discutible, y en el 15, Dudú Aouate despejó a córner un cabezazo envenenado de Gabriel Milito.
También pudo marcar Ibrahimovic, pero le sobró el último regate antes de encarar al arquero de los anfitriones.
El Barcelona, así, respondió a la salida fulgurante del Mallorca, que se fue apagando con el paso del tiempo, superado por el fútbol-control de su adversario.
El ataque balear solo volvió a dar señales de vida en el minuto 42. Eso sí, fue una acción muy peligrosa. Una falta directa la lanzó al poste Borja Valero.
Cabe reconocer méritos a los pupilos de Gregorio Manzano. Lograron que el juego de la escuadra de la Ciudad Condal permaneciera atascado durante un rato y se defendieron con orden.
Borja Valero movió los hilos en la zona ancha, Castro se las tuvo con Dani Alves y Aduriz se ‘peleó’ con Puyol y Milito. Los baleares están luchando incluso por una plaza de ‘Champions’ con un presupuesto modesto, sin figuras de relieve y con dificultades para cobrar a fin de mes.
Dio igual que la entidad se encuentre a punto de presentar la antigua suspensión de pagos en los juzgados. El equipo se empleó a fondo ante el Barcelona, espoleado por unas gradas casi llenas por primera vez en la temporada.
Cambios ofensivos
Messi entró en el minuto 50 por Iniesta, que se fue a los vestuarios con molestias físicas, y poco después, Xavi Hernández sustituyó a Touré Yaya. El Barça puso la directa para romper el empate y lo consiguió por medio de Ibrahimovic. El ariete sueco aprovechó un rechace del portero Aouate.
La diana tuvo efectos balsámicos para el nórdico, escasamente afortunado hasta ese momento. Incluso se permitió el lujo de asistir con la espalda a Messi para que éste pusiera a prueba al guardameta con un espectacular remate.
Los instantes postreros trajeron un tenso sufrimiento para el Barcelona, que defendió su ventaja frente a un oponente que se esforzó, aunque no consiguió evitar el tropiezo.
