El español David Ferrer logró ayer el pase a la final del torneo de Auckland (Nueva Zelanda), de categoría ATP 250 que se disputa sobre pista dura, después de apabullar al francés Gaël Monfils en dos sets (6-1 y 6-2), y se verá las caras en su primera final del año con el alemán Philipp Kohlschreiber.
El de Jávea solo necesitó 49 minutos para dejar fuera al tenista galo, y rompió así la racha de tres derrotas anteriores frente a él, aunque una lesión en la pierna al poco de iniciarse el primer set, lastró a Monfils. ‘Ferru’, con un 89 por ciento de acierto en los puntos jugados, solo cedió en uno de los juegos.
En la segunda manga, el alicantino volvió a solventar el duelo por la vía rápida -como ya hiciera el jueves con el eslovaco Lukas Lacko-, con un 6-2 que le coloca a las puertas de poder conseguir su cuarto título en la capital neozelandesa -2007, 2011 y 2012-. En total, logró quebrar hasta en cuatro ocasiones el servicio de su rival.
Australia
Por otro lado, Ferrer no tuvo excesiva suerte en el sorteo del cuadro masculino del Abierto de Australia, primer ‘grande’ de la temporada que da comienzo este lunes en Melbourne, y debutará ante el belga Olivier Rochus.
El español comenzará contra un jugador incómodo, aunque tiene un balance positivo a su favor de 7-2, contando que le ha derrotado las últimas cinco veces.