El Gobierno de Estados Unidos reafirmó ayer su oposición al plan palestino de pedir un reconocimiento como Estado en la ONU, después de que el presidente de la región, Abu Mazen, indicara que ésa es la vía para que las negociaciones de paz con Israel puedan continuar. En una conferencia de prensa, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, reacción al discurso del pasado viernes de Mazen en Ramala, donde aseguró que lo único que le falta a Palestina para poder avanzar en sus negociaciones con Israel es obtener «la integración plena en Naciones Unidas con las fronteras de 1967».
«Somos conscientes de la posición palestina, y nos hemos esforzado en explicarles por qué creemos que es una mala idea, que es contraproducente y que no acabará en la solución que tanto nosotros como ellos queremos ver: la de dos Estados que conviven el uno junto al otro en paz y con seguridad», apuntó Toner.
Los palestinos pretenden pedir a la Asamblea General de la ONU, que se reúne la semana que viene, que acepte a Palestina como miembro de pleno derecho sobre la base de las fronteras de 1967, con Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.
El portavoz norteamericano subrayó que su país ha dejado clara su posición al respecto, y que continuará trabajando «hoy, mañana, y a lo largo de la Asamblea General para devolverles a la mesa negociadora con el convencimiento de que cualquier acción en Nueva York dañará ese proceso».
Washington ha asegurado que, si la petición de Palestina llega al Consejo de Seguridad, la vetará, al considerar que esa acción unilateral impedirá resolver asuntos como el trazado de las fronteras, la situación de los refugiados palestinos o la seguridad.
Mientras representantes del Cuarteto para la Paz en Oriente Próximo (EEUU, Rusia, la ONU y la UE) se reunirán hoy en Nueva York para tratar de relanzar el diálogo de paz, alrededor de 300 mujeres israelíes y palestinas se manifestaron ayer en el puesto de control militar hebreo de Qalandia para mostrar su apoyo a la aceptación en la ONU de Palestina como Estado miembro. «Con esta protesta, hemos querido que se oiga claramente la voz de las mujeres en ambos lados en apoyo a la independencia palestina. Es un llamamiento a la comunidad internacional», declaró Sara Venninga, una israelí de 28 años.
